En mis reuniones con la gente, durante estos pasados seis años, he descubierto algunas preguntas que se repiten. Yo diría que la pregunta más frecuente tiene que ver con las emociones, de cómo deshacernos o liberarnos de las emociones difíciles, como pueden ser la ira y el dolor y de cómo conseguir más emociones agradables, como la alegría, la felicidad.
En nuestra psicología occidental, nos enseñan de muchas maneras diferentes, pero, normalmente, nuestras estrategias se dirigen a, o bien reprimir las emociones negativas, o bien expresar las emociones negativas, con la esperanza de que van a ser liberadas o apartadas a un lado.
Finalmente, ninguna de estas dos formas refleja la verdad de aquello que realmente eres y que permanece no afectado por ninguna emoción. Mi sugerencia es no reprimir ninguna emoción ni expresar ninguna emoción. No hablo de esto como una técnica, está claro que hay veces que es absolutamente apropiado reprimir una emoción, de la misma forma que hay veces que es absolutamente apropiado expresar una emoción. Pero, en este momento, en este momento de verdad, existe la oportunidad de ver, cuando una emoción no se reprime ni se expresa, cuál es el encuentro con la emoción. A esto es a lo que yo llamo una experiencia directa.
Si no negamos esas llamadas “emociones difíciles”, como la ira, el dolor, o el miedo, la tristeza… no negándolas ni revolcándonos en ellas, entonces no puede existir ninguna historia acerca de ellas, no puede haber ninguna historia sobre a quién le está pasando, por qué está pasando y por qué no debería estar pasando, y quién es el responsable, a quién hay que culpar y cómo deshacernos de ella, y qué hay que hacer después.
Por ejemplo, cuando alguien se siente irritado, la tendencia normal es hacer algo para deshacernos de esa irritación. O encontrar algo o alguien a quien culpar como la causa, sea uno mismo o sea otra persona, o, en qué es lo que comimos o cómo el padre crió al hijo. Estas son todas historias alrededor de la irritación. La verdad es que es posible no hacer nada con la irritación. No empujarla fuera de la conciencia, no deshacernos de ella, sino, simplemente, en ese momento, estar completamente, totalmente, libremente, irritados. Sin verbalizada, sin dejarla escondida, simplemente, estando irritados. En general, eso, de hecho, revelará algo más profundo que la irritación. La irritación quizá estaba en la superficie… podría ser que bajo la irritación, pudiéramos encontrar algún miedo, algún miedo invisible, algún miedo subconsciente, no para deshacernos de él, no para analizarlo, sino para experimentarlo directamente. Es decir, en el momento en que, quizá, nos encontramos con el miedo, ser completamente, absolutamente miedosos. Este es un gran reto. Es miedo que mantenemos lejos, y, por supuesto, en el intento de mantenerlo lejos, el miedo se hace más grande. Y se acerca cada vez más.
Lo que estoy sugiriendo es que puedes, de hecho, abrirte al miedo, puedes realmente, experimentar, estar asustado, sin ninguna necesidad de preguntarte, asustado, ¿de qué?, sin necesidad de seguir ningún pensamiento tipo: “pero si… realmente lo experimento…”. Experimentarlo realmente. Simplemente experimentarlo. Entonces, quizá, se revela una emoción todavía más profunda, quizá gran tristeza, o una herida. Esto también puede ser directamente, completamente experimentado, sin ninguna necesidad de historia de base. Si estás dispuesto a experimentar estas capas emocionales, al final, te aproximarás a un profundo abismo, o a lo que le parece a la mente que es un gran abismo, o incluso un agujero negro.
Esto es lo que la mente percibe como la nada, como el vacío, como “no ser nadie”. Este es un momento muy importante. Estar dispuesto a no ser absolutamente nada ni nadie, es estar dispuesto a ser libre. Es reconocer, en verdad, qué es lo que significa ese “no ser nadie”, esa nada, y todos esos otros estados emocionales son capas de defensa contra esta experiencia. Es esta experiencia la que es la experiencia de la muerte a la que conduce o nos revela la verdadera auto indagación.
Una vez que las defensas han caído, una vez que la puerta está abierta, entonces nos reunimos plenamente con esa nada de la que la mente ha estado huyendo. Y esa nada, en esa reunión, nos revela la secreta gema de la verdad que ha estado escondida dentro de tu propio bolsillo durante todo este tiempo.
Repito, estando dispuesto a experimentar directamente lo que sea que aparezca, en este caso, una emoción difícil, tenemos la oportunidad de una directa auto indagación, tenemos la oportunidad de no hacer lo que hacemos normalmente, como contarnos una historia sobre yo y mi emoción, sino en lugar de eso, simplemente descubrir la ira, el dolor, la tristeza, el miedo, directamente, sin ningún movimiento.
Tengo que decirte que es un gran descubrimiento. Y también tengo que decirte que lo tienes que descubrir por ti mismo. Es muy fácil escuchar a alguien que dice, “oh!, simplemente experiméntalo”, y de hecho esto es lo que yo estoy diciendo, simplemente experiméntalo, simplemente experiméntalo completamente, profundamente y entonces descubrirás que en el centro de cualquier estado emocional, está la misma conciencia prístina reuniéndose con sí misma como experimentador y experimentado. Eres tú quien tiene que descubrir esto.
Me encanta animarte con mis palabras, pero eres tú quien debe tener este descubrimiento directo, de primera mano, para que puedas libertarte de escapar de los llamados estados negativos y de correr hacia los llamados estados positivos. Para que puedas libertarte de aferrarte a lo que es inherentemente impermanente . Para que puedas ser libre para reunirte contigo mismo. Nada se reúne con Nada y se regocija en esa reunión. Se desborda en esa experiencia directa de la nada, sea esa nada emocional, sea esa nada mental, en particular el pensamiento mental “yo”, o “yo soy el cuerpo”, o dándose cuenta de que esa nada es circunstancial, algún acontecimiento.
Es decir, cualquier cosa que se presente de forma consciente, se puede encontrar plenamente con la conciencia, sin ninguna necesidad de esconderse bajo una historia sobre el acontecimiento, alrededor del acontecimiento, analizando el acontecimiento. La reunión es posible ahora. Todos los análisis, todas las historias, aunque de ninguna manera son incorrectas, nunca te llevarán a esa reunión. Esa reunión es libremente tuya. Porque es una reunión de tu propio yo, consigo mismo.
Gangaji
Fuente: Who are you? Disco 2. Pista nº 4
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