martes, 16 de diciembre de 2014

Eterna Inocencia



Cada maestro de Dios tiene su propio curso. 
La estructura de éste varía enormemente, así como los medios particulares de enseñanza empleados. El contenido del curso, no obstante, nunca varía. 
Su tema central es siempre: “El Hijo de Dios es inocente
en su inocencia radica su salvación“. 
Esto se puede enseñar con acciones o con pensamientos; 
con palabras o sin ellas; 
en cualquier lenguaje o sin lenguaje; 
en todo lugar o momento, o en cualquier forma. 
No importa lo que el maestro haya sido antes de oír la Llamada, 
al responder se ha convertido en un salvador. 
Ha visto a alguien más como a sí mismo. 
Ha encontrado, por lo tanto, su propia salvación y la salvación del mundo. 
Con su renacer renace el mundo.
 
- Un Curso de Milagros (M.1.3) -

Celebramos la Inocencia.
Hermosa Navidad, Hermoso Renacer
Gracias por caminar a mi lado 
y ayudarme a recordar con cada respiración.
Vero

martes, 18 de noviembre de 2014

El Ciclista

El día de la carrera, él esperaba con los otros y sintió que la vida lo esperaba en las colinas. No sabía muy bien por qué, pero estaba a punto de ocurrir una bendición. 

Cuando pasó el estruendo del disparo de salida, pudo escuchar la respiración de los demás corredores: eran como caballos jóvenes en la mañana. Había entrenado durante meses, subiendo y bajando por las colinas, reduciendo segundos a su tiempo al ir ligero e inclinarse en las curvas. Sus piernas eran puro músculo. Solía decir: “Desde mi punto de vista, esto es lo más cercano al vuelo.”

En la segunda colina, el pelotón se hizo más delgado y él pedaleaba cerca de los primeros lugares. Cruzaban el territorio como arcos de luz que circulaban por las venas del mundo. Ahora estaba a la cabeza. Conforme avanzaba en dirección a los humedales e iba ganado tiempo; entonces lo adelantó una gran garza azul. Sus enormes e intemporales alas estaban desplegadas justo frente a su manubrio.

La sombra del ave lo cubrió y daba la impresión de brindarle acceso a algo que él había estado persiguiendo. Los demás competidores se acercaban, pero él se detuvo sin más y se quedó ahí, con la bicicleta entre las piernas al tiempo que miraba el acceso que la gran garza azul le había abierto al volar por el cielo.

A lo largo de los siguientes años, la gente le preguntaba:“¿Qué impidió que ganaras la carrera?” Estuviera donde estuviera, él siempre miraba al sur y, de vez en cuando, respondía: “No perdí la carrera: la dejé".

Mark Nepo, de su libro "Tan lejos como tu corazón puede ver"

sábado, 15 de noviembre de 2014

Amistad con el Vacío

Mi testigo es el cielo vacío.
- Jack Kerouac

Nuestra mente está enfocada en las cosas, en los objetos y en las relaciones y dinámicas que se generan a través de esos objetos. Tenemos objetos sólidos como cuerpos-personas, animales, plantas, casas, árboles, trajes, comidas, ciudades y todo lo que podemos ver a nuestro alrededor, incluido nuestro cuerpo. Hay otros objetos que ya no tan sólidos como los pensamientos, las ideas, los conceptos, y también las creencias y las programaciones que hilan unos pensamientos con otros generando una infinita red de rutas de pensamientos. También están las emociones, químicos que se activan a través de los pensamientos y producen sensaciones en el cuerpo. Todo se interrelaciona formando un sentido de nosotros mismos, de los demás y de la vida y sus circunstancias.

Esta mente concreta basada en objetos, maneja procesos lineales, con tiempos pasado, presente y futuro, usa la memoria y fabrica historias alrededor de todos los objetos. Cuando se enfrenta a algo como el vacío o la nada, tiene dificultad para manejar algo que no puede clasificar como un “objeto”. Recurre a la memoria, a las referencias que posee y entonces trata de convertir el vacío o la nada en un objeto fijo y clasificable. 

Y es así como para la mayoría de las personas el vacío, la nada, se transforma en un objeto al que se le asignan significados no muy amigables. Al pensar en nada o vacío, la mente concreta, dependiendo de sus memorias y referencias, comienza a calificar ese vacío/nada como: abandono, escasez, ausencia, apatía, desgano, soledad y hasta la muerte. Nadie quiere ser “tragado por el vacío”, “caer en el vacío”, “sentir un vacío”, “estar en un vacío”. Hay muchos juicios alrededor de “hacer nada”, y por supuesto, nadie quiere “ser nada” o “tener nada”.

Las memorias y referencias condicionadas transforman el vacío en un objeto temible que hay que sustituir y tapar con otros objetos que sean más seguros y nos alejen de esa temible “nada”. De hecho nos pasamos la vida sustituyendo el vacío con objetos. Hasta en detalles muy domésticos se observa esta compulsión de llenar el vacío… comemos o miramos la tv o salimos corriendo a llamar a un amigo si nos sentimos solos o no tenemos nada que hacer. Hasta cuando alguien nos pregunta algo y desconocemos la respuesta, pues inventamos algo, nos cuesta mucho decir honestamente “no se”. No saber es una especie de vacío que hay que llenar con lo que sea. Sin embargo el vacío, la nada, es clave. 

En el vacío hay espacio, amplitud, potencial, en el vacío todo es posible, es inagotable y todo tiene permiso de ser y estar. El vacío todo lo abraza. Todo tiene permiso de estar, cambiar y de mutar en el vacío. El sabio Lao Tse nos dice: "Las paredes no son la casa. ¿Cómo vas a vivir en las paredes? Vives en el vacío, en lo hueco, no en las paredes. El vacío es la verdadera casa, el hogar".

Pero claro, cuando la mente concreta piensa en la casa, piensa en la estructura que rodea al vacío y compara esas paredes con otras y claro no es lo mismo vivir en una choza que en un palacio. Pero se pasa por completo por alto que es el vacío el que te permite habitar la casa y convertirla en tu hogar. Las paredes están cristalizadas, solidificadas. El vacío permite todas las posibilidades de paredes y contenidos y al permitirlo, todas las mutaciones son posibles y fáciles.

Lo mismo sucede con nuestros pensamientos y puntos de vista. Existen gracias al vacío, al espacio que los contiene, y ese vacío les permite el cambio y la mutación. Pero si nos aferramos a nuestros pensamientos, a las ideas y conceptos y los cristalizamos, quedamos atrapados en ideas fijas, como quien queda atrapado entre paredes de una casa sin percibir el potencial mayor de hogar que confiere el vacío.

Acercarse al vacío requiere de una mente capaz de ir más allá de los objetos, de lo concreto, una mente que se abre al poder de todas las posibilidades y suelta los conceptos y condicionamientos cristalizados que la aprisionan. Implica la valentía de dejar de aferrarnos y permitir, como el vacío, la libertad a las creencias y los objetos y quedarnos, aunque sea un instante, en los brazos de lo que siempre está aquí y nos acepta sin condiciones.

Un impulso, un instante amistoso hacia el vacío, abre un camino de libertad y autenticidad en la mente que permite un cambio profundo hacia nuestra verdadera naturaleza, quizás sea al principio un cambio sutil, pero no tiene marcha atrás.


Verónica Hernández Simeonoff

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jueves, 13 de noviembre de 2014

Permiso para Indignarte

Esta mañana, revisando mi TL en twitter me encontré con una frase de Rafael Vidac que venía como anillo al dedo para mucho de lo que he observado y experimentado este año: “la bondad impuesta crea violencia reprimida”.

En febrero de este año, en Venezuela se iniciaron una impresionantes protestas liderizadas por los estudiantes y parte de la sociedad que nos mostraron de una cruda manera la violencia del estado, la capacidad de tortura, mentira, autoritarismo, decadencia y oscuridad. 42 personas, en su mayoría estudiantes, fueron asesinados en las calles, más de 3000 detenidos, y una maldad desplegada ante nuestros ojos, que muchos jamás imaginaron presenciar.
 No lo vi solamente en las redes sociales y en las pocas noticias que se mostraban en la TV, lo viví también desde un balcón del edificio donde vivo… en primera fila.


Pero muchas más situaciones “grandes” pasaron en el mundo, Siria, Ucrania, las niñas secuestradas por Boko Haram, Israel y Palestina, ISIS, el ébola, las protestas en Hong Kong, la desaparición y asesinato de 43 estudiantes en México… Y esto solo por nombrar algunas, pero son muchas y muchas las situaciones de violencia, injusticia e inconsciencia y, quizás como a mí, te ha tocado vivir alguna desde muy cerca.


Una de las cosas que se hicieron muy obvias para mi gracias a esta vivencia en primera fila, es como un gran número de personas que están en el camino espiritual, utilizan frases, enseñanzas y técnicas para la negación, la anestesia, el rechazo, para no enfrentar lo que en realidad están pensando y sintiendo frente a lo que sucede. No se dan permiso a sentir, pararse en su verdad y expresarse desde esta verdad, sino que rápidamente adoptan una postura según las enseñanzas espirituales o de “crecimiento personal” les indican.


Muchas personas bloquean completamente sus emociones, se tragan literalmente sus opiniones y frenan sus acciones, porque las evalúan como “negativas”, porque son “juicios”, porque están cargadas de “enojo”, porque si expreso mi indignación atraigo más indignación, porque  hay que “unirse y todos somos uno” y entonces salen a expresar al mundo una bondad impuesta, pero que en realidad no están sintiendo ni viviendo dentro de sí mismas. En su interior, están confundidos,  indignados y enojados, pero en el exterior se muestran neutrales y llenos de “amor incondicional”, tolerancia y “aceptación”.


Frente a estas situaciones de crisis se hacen muy obvias las confusiones de niveles y los baypass espirituales que vamos adoptando alrededor de las enseñanzas espirituales. Por ejemplo, pensamos que la aceptación viene dada por algo que hacemos o dejamos de hacer en el exterior cuando el primer punto de aceptación es en relación a lo que está sucediendo en nuestro interior.


Si sientes enojo en tu interior es ese y no otro el espacio donde debe desplegarse tu aceptación, aceptarte con enojo tal como eres. Ya después que has aceptado lo que sea que sucede en tu interior con profunda honestidad, la acción, cualquiera que sea, incluyendo no hacer nada, surgirá hacia el exterior.


Cuando no atendemos lo que sucede en nuestro interior frente a las situaciones del mundo, no nos paramos en nuestra verdad, no somos auténticos, nos paramos en un falso yo, entonces
 somos movidos por condicionamientos sobre lo que creemos que “debería” hacer o no hacer una persona espiritual en esa situación. Así vamos acumulando más enojo en nuestro interior y esa parte auténtica en nosotros mismos es traicionada una y otra vez.

Muchísimos de mis clientes en esas semanas de crisis que pasamos en Venezuela y hasta la fecha, se han sentido sumamente mal no solo por lo que estaba sucediendo en el exterior, sino por la gran incomodidad y la culpa que sentían en su interior debido a que no se estaban expresando como su autenticidad pedía, con honestidad,  sino que lo hacían a través de un condicionamiento desde una “enseñanza espiritual”.

Lo que querían realmente era emitir opiniones e informar a través de las redes sociales denunciando lo que sucedía y entonces se cohibían y pensaban que eso era juzgar o que entrar en temas políticos era muy mundano. Querían salir a manifestar o protestar y se frenaban considerando que eso era “agresivo” y lo que se requería era “desapego”. Se sentían muy culpables al pensar que “ellos habían creado esa realidad” y que lo que “veían en el exterior era un espejo de lo que estaba en su interior”.

Se repetían frases como “es un proceso karmático”, “es el plan divino”, “es la voluntad de Dios”, “es un proceso de purificación cósmica” y sentían al mismo tiempo un profundo enojo por todas esas frases. Todo les sonaba contradictorio y hasta falso, sin embargo seguían diciéndolo una y otra vez.

Todo esto, si lo miramos con lupa, es algo muy común que sucede todo el tiempo, simplemente que en las situaciones críticas, bien sean personales o del colectivo, se hace más obvio y es más sencillo observarnos y darnos cuenta. Observarnos y darnos cuenta de nuestra incoherencia, genera de inmediato un cambio hacia una mayor coherencia.
Es importante permitirte, darte el permiso de estar enojado e indignado, se auténtico, párate en tu verdad. No necesitas hacerlo frente a nadie más que tu mismo.

Una vez que te paras en tu verdad de manera clara y honesta, date el permiso de que la acción que procede de tu interior surja y entonces actúa. Si previamente te has parado en lo verdadero en ti, la acción que surja será la acción correcta. No la juzgues, no te juzgues.


Comienza a liberarte de los condicionamientos y las programaciones, incluso las espirituales, y permítete ser genuino.
El Despertar requiere de honestidad y autenticidad, ser tal como somos.

Durante ese período crítico en Venezuela, dediqué un programa de “Vivir en Presencia” titulado: “Situación en Venezuela, Potencial de Luz”, donde se aborda con con más detalle este tema, puedes escucharlo aquí:



También te recomiendo un programa de “Vivir en Presencia” dedicado al Baypass Espiritual:



Verónica Hernández Simeonoff
© Todos los derechos reservados

lunes, 27 de octubre de 2014

¿Alguien tiene el secreto?

No te preocupes; todo el mundo está desesperado. Parece que para algunos 
está bien. "No puedo ver el porque de todo este alboroto", dicen. "La vida parece sencilla para mí." ¡Tienen tanto miedo que ni siquiera pueden verlo!

¿Y qué pasa con los expertos? Su confusión es más sofisticada, envuelta en 

impresionante jerga y elaboradas construcciones mentales. Tienen sistemas de 
creencias predeterminados dentro de los cuales intentan aplastarte. Parece que 
funcionan por un tiempo y, luego, de vuelta al estado original.

Antes solíamos contar con las instituciones sociales, pero ya ha pasado su 

momento; ya nadie confía en ellas. Ahora hay más organismos de control que 
instituciones. Los hospitales son controlados por múltiples agencias. Nadie tiene 
tiempo para los pacientes, que se pierden en la confusión. Mira los pasillos. No hay médicos ni enfermeras. Se encuentran en las oficinas haciendo el papeleo. Toda la escena está deshumanizada.

"Bueno", dices, "tiene que haber algún experto que tenga respuestas." 

Cuando tienes molestias, vas al médico o al psiquiatra, a un analista, a un trabajador social, o a un astrólogo. Te haces de una religión, entiendes la filosofía, vas a Seminarios de Entrenamiento Erhard (est, siglas en inglés) o te das un empujoncito con las EFT (Técnicas de Liberación Emocional). Equilibras los chakras, pruebas la reflexología, acudes a la acupuntura en la oreja, a la iridología, a la sanación con luces y cristales.

Meditas, cantas un mantra, tomas té verde, pruebas con los Pentecostales, 

aspiras fuego y hablas en lenguas. Consigues centrarte, aprendes PNL, intentas las realizaciones, trabajas las visualizaciones, estudias psicología, te unes a un grupo Junguiano. Te Rolfean, pruebas los psicodélicos, la lectura psíquica, corres, haces jazzercicio, te haces una colonia, te interesas por la nutrición y el aerobic, te cuelgas boca abajo, llevas joyas psíquicas. Consigues mayor intuición, bio- feedback, terapia Gestalt.

Visitas a tu homeópata, quiropráctico, y naturópata. Pruebas la kinesiología, 

descubres tu Eneagrama tipo, equilibras tus meridianos, te unes a un grupo de 
elevación de la conciencia, tomas tranquilizantes. Consigues algunos chutes de 
hormonas, pruebas las sales de células, equilibras tus minerales, ruegas, suplicas e imploras. Aprendes la proyección astral. Te haces vegetariano. Comes solamente repollo. Pruebas la macrobiótica, lo orgánico, no comes OGM. Te reúnes con curanderos Nativos Americanos, haces una cabaña de sudación. Pruebas las hierbas chinas, la moxicombustión, el shiatsu, la acupresión, el feng shui. Vas a la India. Encuentras a un nuevo gurú. Te quitas la ropa. Nadas en el Ganges. Miras fijamente al sol. Te afeitas la cabeza. Comes con los dedos, te vuelves realmente sucio, y te duchas con agua fría.

Cantas cantos tribales. Revives vidas pasadas. Tratas la regresión hipnótica. 

Gritas un grito primario. Golpeas las almohadas. Haces Feldenkraised. Te unes a un grupo de encuentros matrimoniales. Vas a Unity. Escribes afirmaciones. Haces un esquema de visión. Pruebas el renacer. Tiras el I Ching. Tiras las cartas del Tarot. Estudias Zen. Tomas más cursos y talleres. Lees montones de libros. Haces el análisis transaccional. Recibes clases de yoga. Entras en el ocultismo. Estudias magia. Trabajas con un kahuna. Haces un viaje chamánico. Te sientas debajo de una pirámide. Lees a Nostradamus. Te preparas para lo peor.

Vas a un retiro. Ayunas. Tomas aminoácidos. Consigues un generador de 

iones negativos. Te unes a una escuela de misterios. Aprendes el apretón de manos secreto. Pruebas la tonificación. Pruebas la terapia de color. Pruebas las cintas subliminales. Tomas enzimas cerebrales, antidepresivos, remedios florales. Vas a balnearios de salud. Cocinas con ingredientes exóticos. Buscas extrañas rarezas fermentadas de lugares lejanos. Vas al Tíbet. Vas a la caza de hombres santos. Juntas las manos en un círculo y te mareas. Renuncias al sexo y a ir al cine. Vistes túnicas amarillas. Te unes a una secta.

Pruebas las infinitas variedades de psicoterapia. Tomas medicamentos 

milagrosos. Te suscribes a un montón de revistas. Pruebas la dieta Pritikin. Comes sólo pomelo. Te leen la palma de la mano. Piensas como los de la Nueva Era. Mejorar la ecología. Salvar el planeta. Te leen el aura. Llevas un cristal. Obtienes una interpretación astrológica sideral Hindú. Visitas a una trans- medium. Vas a terapia sexual. Pruebas el sexo Tántrico. Eres bendecido por algún Baba. Te unes a un grupo de anónimos. Viajas a Lourdes. Te sumerges en aguas termales. Te unes a Arica. Usas sandalias terapéuticas. Te enclaustras. Consigues más prana y exhalas la negra rancia negatividad. Pruebas la acupuntura con agujas de oro. Le echas un vistazo a la vesícula biliar de las serpientes. Intentas la respiración chakra. Te limpian el aura. Meditas en Keops, la gran pirámide de Egipto.

Ustedes han intentado todo esto, ¿que dicen? ¡Oh, la humanidad! 

¡Maravillosa criatura eres! ¡Trágica, cómica y sin embargo tan noble! ¡Tanto coraje para seguir buscando! ¿Qué nos impulsa a seguir buscando una respuesta? ¿El sufrimiento? Oh, sí. ¿La esperanza? Por supuesto. Pero hay algo más que eso. Intuitivamente, sabemos que en algún lugar hay una respuesta definitiva. Tropezamos en caminos oscuros, en cul-de-sacs y callejones sin salida; Somos explotados y llevados, estamos desilusionados y hartos, y seguimos intentándolo. ¿Dónde está nuestro punto ciego? ¿Por qué no podemos encontrar la respuesta?

No entendemos el problema; por eso no podemos encontrar la respuesta.

Tal vez sea ultra sencilla, y es por eso que no la podemos ver.
Tal vez la solución no esté "allí fuera", y por eso no la podemos encontrar.
Tal vez tengamos tantos sistemas de creencias que estamos ciegos a lo 
obvio.

A lo largo de la historia, algunos individuos han alcanzado una gran claridad y 

han experimentado la solución definitiva a nuestros problemas humanos. ¿Cómo llegaron allí? ¿Cuál fue su secreto? ¿Por qué no podemos entender lo que tenían que enseñar? ¿Realmente es casi imposible o próximo a la desesperanza? ¿Qué pasa con la persona común que no es un genio espiritual?

Multitudes siguen caminos espirituales, pero escasos son los que finalmente 
tienen éxito y se dan cuenta de la verdad última. ¿Por qué es así? Seguimos rituales y dogmas, y celosamente practicamos la disciplina espiritual, ¡y nos estrellamos de nuevo! Incluso cuando funciona, el ego rápidamente viene y nos atrapa con el orgullo y la presunción, pensando que tenemos las respuestas. Oh, Señor, ¡Sálvanos de los que tienen las respuestas! ¡Sálvanos de los rectos! ¡Sálvanos de os benefactores!

La confusión es nuestra salvación. Para los confundidos, todavía hay 

esperanza. Aférrate a tu confusión. Al final es tu mejor amiga, tu mejor defensa contra la naturaleza moribunda de las respuestas de los demás, contra el ser violado por sus ideas. Si estás confundido, sigues siendo libre.

David R. Hawkins, de su libro "Dejar Ir"

lunes, 26 de mayo de 2014

¡Todo es una Ilusión!


Espera un poco. La palabra 'ilusión' ha estado sumamente mal interpretada.

'Ilusión' simplemente significa 'apariencia engañosa' - no 'no-existencia'. 

El yo, el 'mí' es una ilusión, no porque no exista, sino porque no existe en la forma en que nos imaginamos. Su apariencia es engañosa. En un principio, parece ser que hay un 'yo' sólido y separado - una ola individual separada del inmenso océano de la vida. Pero después de investigar y observar cuidadosamente, esa suposición simplemente se desmorona. 

La 'ilusión' de solidez y separación es vista a través. La ola es inseparable del océano. Por supuesto que hay un yo, sí, sin embargo, su aparición no está dividida del incesante y unitario flujo de la vida. Así es la vida, autofecundante, y no un ser separado que controla la vida.

En estos días, cuando digo 'yo', no me refiero a la historia que parece haber acerca de mí, a esa narrativa que cambia incesantemente, al cuento del pasado y futuro, a la historia y a los sueños. 

Me refiero a este siempre presente, inmenso, ilimitado espacio abierto en donde todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y sonidos transitorios vienen y van - el espacio en donde cada faceta de esta danza cósmica es profundamente bienvenida, no debido a que 'yo' le esté dando la bienvenida a 'esto', sino porque esto ES. Esto ES

Ancestrales galaxias surgen y se disuelven en la intimidad que SOY, las estrellas explotan, las flores se abren y se marchitan y vuelven al suelo, todo en este ilimitado amor más allá de cada concepto humano acerca del amor.

En los escombros de la ilusión, descubrimos un amor más allá de la imaginación.

Jeff Foster (De facebook, Jeff Foster en Español)

jueves, 24 de abril de 2014

Falsas Expectativas sobre el Despertar

Hace unos días en Vivir en Presencia – Radio conversamos sobre el tema: Falsas Expectativas sobre el Despertar.

Muchas de estas falsas expectativas fueron tomadas del foro “Advaita no Tradicional” en la dirección www.advaitanotradicional.lefora.com

Aquí una lista de las falsas expectativas mencionadas en el programa y en el foro.





Falsas Expectativas o Falsas Creencias sobre el Despertar

- El despertar implica la aniquilación total del ego.


- El despertar es puro corazón, puro sentir y no tiene nada que ver con pensar, con la razón. 

- La creencia que despertar es ausencia de pensamientos, que un ser despierto tiene la mente en blanco, cero pensamientos o no mente.


- La creencia de que los procesos intelectuales son un obstáculo para el despertar o para el camino espiritual y que si me mantengo en silencio por un largo periodo de tiempo (no hago preguntas, no aclaro mis dudas, no reflexiono la enseñanza, no uso el intelecto como medio para indagar) , eso por sí mismo, me liberará de la ignorancia.


- La creencia de que la liberacion o el despertar implica un gozo sensorial permanente.


- La falsa creencia de que el despertar elimina las preferencias y los gustos del mecanismos cuerpo-mente.


- La creencia que dice que: si me libero, si me realizo, si reconozco mi verdadera naturaleza,  podré controlar la realidad con mi mente y de esa manera crear la realidad de mis sueños.


- Creer que el despertar es personal, que es el ego el que despierta, el que se libera. La creencia de que es alguien, el que se libera. La vision de que la liberacion es un logro "para" la persona.


- La creencia de que la liberacion o despertar, te hará alguien especial y muy importante.

- Al tener la creencia de que el despertar se produce a través del un ego, escuchamos: yo no necesito un maestro, un gurú, el maestro soy yo, todo está dentro de mi y me basta con mi experiencia personal. Confusión entre la voz del “maestro interior” y la voz del ego.


Mucha más información sobre este tema en advaitanotradicional.lefora.com 

martes, 8 de abril de 2014

Meditación

Meditar es un estado de no-mente, es decir, un estado de consciencia pura sin contenido específico, en el que te conviertes en simple testigo del fluir de tus sensaciones corporales, de tus pensamientos, de tus emociones, sin identificarte con ninguno, sin perseguir ningún objetivo, ningún deseo.

Los procesos mentales generan dualidad, diferenciación, evaluación, concentración, todos ellos contrarios a lo que es meditación. Para meditar deja tu mente a un segundo plano, haciéndote liviano, indiferente y no identificado con tus pensamientos, siendo un simple testigo de los mismos. Y asi como con los pensamientos, al meditar serás testigo de tus sensaciones corporales y de tus emociones.


Hay quienes creen que la meditación es concentración: nada más lejos de la realidad. En la concentración hay un sujeto que se concentra, ejerciendo un acto de voluntad, y un objeto sobre el cual se fija la atención, creando asi una dualidad de consciencia, una separación, una demarcación de límites en la que ejerces un proceso mental que por referencia al pasado busca comparar y encontar una conclusión. Todo esto se opone al estado meditativo.




Observar es meditación. Lo que observas es irrelevante… puedes observar los árboles, puedes observar el río, puedes observar las nubes, puedes observar a los niños jugando. El objeto no es el propósito, sino la calidad de tu observación, la cualidad de estar alerta y consciente. Eso es meditación.


Cualquier cosa que hagas con presencia es meditación. La acción no es el asunto sino la calidad que le imprimes a tu acción.
 

Osho

sábado, 8 de febrero de 2014

Entender la Vida es Imposible

Hola. Quiero hablar un poco acerca del entendimiento, o más bien acerca de hacer el esfuerzo de entender algo. Porque como seres humanos, constantemente tratamos de analizar cualquier situación en la que nos encontramos, constantemente tratamos de entender nuestro estado de ser, nuestro estado de mente, nuestra situación, nuestro entorno, a otra gente, por qué dicen lo que dicen, por qué me siento así. 

Así que estamos constantemente ocupados tratando de entender la vida, cuando en realidad, la vida que está simplemente aquí, la vida que está justamente aquí, no puede ser entendida. ¿Qué diablos estamos tratando de entender? ¿Qué queremos entender? ¡No hay nada que entender aquí! 

Cuando belleza es lo que queremos, cuando el bienestar es lo que queremos, cuando la conexión es lo que queremos, cuando la plenitud es lo que queremos, cuando satisfacción es lo que queremos, entonces tenemos que dejar de intentar entender todo. ¡No hay nada que entender aquí! La vida no está destinada a ser entendida. 

Es el abrazo al Misterio el que revela instantáneamente la belleza de lo que está justo aquí. 

Cuando podemos estar en la vida sin tener que entenderlo todo, sin tener que hacer ninguna distinción entre lo que es real y lo que no es real, o sin tener que determinar de dónde vienen las cosas, o por qué están aquí -- en el momento en que dejamos de lado todo eso, sólo queda... sólo queda esta belleza, y es una belleza natural, es un conocer natural. 

Entonces, lo más gracioso es que cuando dejamos de tratar de entender lo que percibimos, desde dentro nos damos cuenta de qué se trata la vida, sabemos... conocemos la belleza de la vida. Si tú conoces el Misterio de la vida al dejar de tratar de entender todo lo que percibes, simplemente permitiendo que todo sea... ¡ah!!!... no queda nada por entender. 

Y cuando no queda nada por entender, lo que sucede... es que, ¡no sucede nada! ¡Ja, ja! Sólo queda la vida tal y como es, como es en este momento

Y así, cuando todo ese esfuerzo por tratar de entender, por tratar de construir para nosotros mismos una especie de conclusión definitiva... 'ah, si tan sólo entendiera esto un poquito mejor, o si tan sólo pudiera etiquetar esta emoción con más precisión, entonces sería libre, estaría satisfecho, entendería la vida.' 

¡No puede entenderse. No puede entenderse! Así es que les insisto a todos ustedes, desde el fondo de mi corazón, que si quieren encontrar la plenitud, tienen que salir de esta rutina de estar siempre tratando de entender, tratando de analizar, tratando de etiquetar. 

Se trata de un suceder constante. Incluso en este momento, podrían estar tratando de entender algo. Pregúntense: '¿Qué es lo que estoy tratando de entender en este momento, a dónde quiero llegar?' 

¿A dónde podría llegar? ¿Qué hay que entender? ¿Acaso creen que una flor está tratando de entenderse a sí misma? ¡Ja, ja! ¿O está tratando de alcanzar la iluminación? ¡Por supuesto que no! Una flor disfruta de su propia belleza porque no necesita entender nada. No hay ninguna necesidad, ¿pueden ver? 

Así que cuando comenzamos a ver a través de esta necesidad de entenderlo todo, y explicar todo y describir todo, ¡hombre!, hay una... hay una mochila que termina por caer --- la actividad de tratar de entender, la actividad en sí misma, lo que estás haciendo en este momento --- ¡esa es la carga!

La vida nunca será otra cosa que lo que es en este momento, no va a ser otra cosa que lo que parece ser en este mismo momento. No hay nada que entender, no hay nada que encontrar, no hay nada que diseccionar, no hay nada que analizar.

La belleza de la vida está en su Misterio, en su presencia espontánea. Ella quiere ser tal y como es en este momento. 

El pensamiento es sólo otro aspecto de la realidad, y no puede entenderse a sí mismo, no puede entender de dónde viene, no puede entender por qué está aquí --- y además, no le importa. A la vida no le importa por qué está aquí, simplemente está aquí. 

La vida es inasible, la vida es inasible, y nosotros estamos tratando de capturarla a través de entenderla, estamos tratando de hacerla fija, estamos tratando de atraparla en una pequeña caja para poder entender todo de acuerdo a nuestro pensamiento acerca de ello. --- ya saben: 'esto es un ordenador, oh esto es un ordenador.' ¿Acaso a la vida le importa? ¿Acaso esto cambia algo? ¿Sólo porque le llamemos ordenador? ¿Hay algo que cambie? ¿El Misterio es menos así? 

Así que estamos viviendo constantemente en esta idea conceptual acerca de la vida, y creemos que entendemos la vida bastante bien, ¿o no? ¡Ah, en serio creemos que es así! Creemos que entendemos la vida. Creemos, cuando volteamos a ver el ordenador, que sabemos que es un ordenador, pero a la vida no le interesa, a la vida en verdad no le importa si lo llamamos ordenador o no. Eso no cambia lo que está aquí. 

Es realmente en el Misterio de eso que el conocer surge, tú sabes, conoces realmente sin la necesidad de entender. 

Así que sí, esa es mi sugerencia para hoy y para todos los días --- dense cuenta cuando estén tratando de entender algo para... hacerlo fijo, con el fin de encerrarlo en una pequeña caja... 'oh, y hay otra caja; y oh, hay una botella de agua, hay unas gafas, hay un micrófono'... eso no cambia nada. 

No podemos entender la inasibilidad de lo que está simplemente aquí. 

Y todas las cosas que deseamos desesperadamente, la misma ausencia de satisfacción que experimentamos es la fuente de nuestros intentos de entenderlo todo, porque creemos que una vez que entendamos todo, nos sentiremos plenos. Es esta búsqueda del entendimiento de la vida el que realmente crea la falta de ello. 

Estamos intentando constantemente ir más allá de lo que hay aquí, pero ese más allá, su belleza, su plenitud, se encuentra en el abrazo al Misterio de no conocer lo que está aquí ahora mismo. 


Bentinho MassaroTraducción de una de sus charlas, Agosto 19 de 2010,
(Traducido por Tarsila Murguía) del grupo Estudiantes Vía Directa de FB

martes, 28 de enero de 2014

No Me Importa

J. Krishnamurti, el gran filósofo y maestro espiritual de la India, viajó casi continuamente por el mundo entero durante más de 50 años para tratar de comunicar a través de las palabras (que son contenido) aquello que está más allá de las palabras y del contenido. 

Durante una de sus últimas conferencias, sorprendió al público preguntando, “¿desean conocer mi secreto?” Todo el mundo quedó en vilo. Muchas de las personas habían acudido a sus conferencias durante 20 o 30 años sin lograr comprender la esencia de su enseñanza. Finalmente, después de todos esos años, el maestro estaba a punto de revelarles la clave. “Mi secreto es el siguiente”, dijo, “no me importa lo que pueda suceder”.

No dijo nada más, de manera que pienso que la mayoría de las personas presentes quedaron más confundidas que antes. Sin embargo, las implicaciones de esa frase son profundas.

¿Qué implica no inmutarse ante las cosas que puedan suceder? Implica estar internamente alineados con lo que sucede. “Lo que sucede” se refiere al carácter del momento presente, el cual es siempre como es. Se refiere al contenido, a la forma adoptada por el momento presente, el cual es el único que puede existir.

Estar en consonancia con lo que es significa estar en una relación con las cosas que suceden en la cual no hay resistencia interior. Significa no calificar mentalmente los sucesos como buenos o malos sino dejar que las cosas sean. ¿Significa eso que no debemos hacer nada por generar cambios en nuestra vida? Todo lo contrario. Cuando la base para toda la acción es la consonancia interior con el momento presente, la inteligencia de la Vida misma imprime poder a nuestros actos.

Eckhart Tolle.

martes, 21 de enero de 2014

La Novela de la Vida

Cuando lees una novela, y lees sobre los diferentes personajes, algunos te gustarán y otros no. O cuando ves una película y piensas en tu relación con los personajes, es posible que te gusten o es posible que no - pero no encuentras tu sensación de ser en ellos. No estableces referencias de tu propia estima y valía con los personajes de una novela o cuando enciendes la televisión. Sólo tienes pensamientos acerca de ellos.

Pero imagina que encendieras la televisión o leyeras una novela y que realmente derivases totalmente tu sentido de ser y tu sentido de ti mismo de uno de los personajes. Inmediatamente tu perspectiva sería muy diferente, ¿no es así? Ahora, tu perspectiva ha pasado de ser algo muy vasto a ser algo muy limitado, viendo sólo a través de los ojos del personaje. Lamentablemente, así es como la mayoría de los seres humanos pasan sus vidas. Tienen este pequeño personaje en su mente llamado "yo", y están viendo realmente ese "yo" como algo personal cuando no lo es.

El "yo" es muy impersonal, no significa ser frío o distante, sino sólo significa sin una naturaleza propia inherente, de la misma manera que cuando lees un libro, los personajes no tienen una naturaleza propia. Ellos en realidad no existen fuera de tu imaginación. Ni siquiera existen en el libro, porque el libro es sólo palabras. Y sin alguien que lea esas palabras y los traiga a la vida en su imaginación, nada siquiera existe en la página impresa. Todo está en el lector, toda la vida.
Cuando el Buda habló de la realización del no-yo, estaba hablando del yo que es una imagen en la mente siendo completamente transparente. Y cuando no hay una imagen del yo, la experiencia no tiene donde repercutir. Todo simplemente es como es, porque no hay una interpretación secundaria. El que está interpretando es el que está sufriendo. Y ese es el que sufre. Ese es el que hace que otros sufran.

El falso yo, el yo que es una imagen en la mente, aprovecha cada experiencia para compararse: "¿Cómo soy en relación a lo que está sucediendo? ¿Soy sabio? ¿Soy estúpido? ¿Soy torpe? ¿Soy valiente? ¿Estoy iluminado acerca de esto?" Ese es el movimiento de la consciencia reflejándose en una imagen de sí misma que en realidad no existe. Siempre está comparando cada experiencia, y luego creyendo en la interpretación de la experiencia en lugar de ver "Todo tal y como es".

Todo tal y como es en realidad. Desde el punto de vista de la consciencia, incluso la resistencia simplemente es. Y si te resistes a la resistencia, eso es lo que es. No puedes escapar de ello. Empiezas a ver que lo único que ahonda en la resistencia, una historia, o una interpretación de lo que es —sea lo que sea— es esta persona creada por la mente. Es como un personaje de una novela. Cuando lees una novela, cada personaje tiene un punto de vista. Tiene creencias. Tiene opiniones. Hay algo que lo hace distinto de otros personajes. Nuestra persona es, literalmente, el personaje creado por la mente que siempre está haciéndose distinguir. Por lo tanto, siempre necesita evaluar todo en contra de su idea preconcebida.

Hay otro punto de vista ventajoso. El otro punto de vista ventajoso no sólo está fuera del personaje, sino también en el interior del personaje. Es el punto de vista ventajoso fundamental que está en el exterior, y también está interpretando todos los papeles desde el interior.

Eso es básicamente lo que significa realmente despertar: estamos despertando del personaje. No tienes que destruir el personaje llamado "yo" para despertar de él. De hecho, tratar de destruir el personaje hace que sea muy difícil despertar. Porque ¿qué es lo que está tratando de destruir el personaje? El personaje. ¿Qué es lo que está juzgando al personaje? El personaje.

Así que deja al personaje solo. El personaje llamado tú, déjalo en paz. Entonces es mucho más fácil para el despertar que suceda esa perspectiva.

No pierdes el personaje; ganas toda la novela de la vida. No es como si perdieras algo. Ganas todo el libro. Usted gana todo el universo. Como Buda decía: "Piérdete a ti mismo, y gana el universo." No es un mal negocio. O Dogen: "Conocerse a sí mismo es olvidarse de uno mismo y olvidarse de uno mismo es ser iluminado por las 10.000 cosas", lo que significa verse a sí mismo en todas partes. Despierta de tu personaje, y entonces ves tu propia naturaleza en todos los personajes —no sólo uno, sino todos.

Así que no perdemos nada. Ganamos todos los personajes. Sólo perdemos la fijación, eso es todo.

Adyashanti (www.advaitainfo.com)

martes, 14 de enero de 2014

La Barca Vacía

Cuando era joven me fascinaba navegar en barca. Tenía una pequeña barca, y solía ir al lago solo. Me quedaba allí durante horas y horas. 

Una vez sucedió que estaba meditando en mi barca con los ojos cerrados durante una noche muy hermosa, cuando una barca llegó flotando corriente abajo y golpeó mi barca. Tenía los ojos cerrados, así que pensé: hay alguien con su barca y ha golpeado la mía. Surgió la ira. 


Abrí los ojos y, enfadado, iba a decirle algo a ese hombre; entonces me di cuenta de que la barca estaba vacía. No había manera de continuar. ¿A quién podía expresarle mi ira? La barca estaba vacía. Simplemente había flotado corriente abajo hasta dar con la mía. Así que no había nada que hacer. No había ninguna posibilidad de proyectar mi ira sobre una barca vacía, sin nadie a bordo.
 

De modo que ce
rré los ojos. La ira estaba allí, pero, al no encontrar una salida, cerré los ojos y floté hacia mi interior siguiendo la ira, hasta lo profundo de mí. Y esa barca vacía se convirtió en mi realización. Llegué a un punto dentro de mí mismo en esa noche silenciosa. 

Esa barca vacía fue mi maestro porque comprendí que no es el otro el que trae la ira, ni el amor, el temor o el odio. Esa emoción estaba en mí y sólo se movió hacia el exterior. Se posó delante de mis ojos y al ver que no tenía en quién descargarla, me quedé observándola sin emitir juicio alguno, hasta que se apagó silenciosa como la noche en medio del lago.


Esa barca vacía y a la deriva me enseñó que el otro, como la barca, está vacío. 
Si por el contrario, fuese el otro quien trae la ira, provocaría esa emoción en cada ser con el que esa persona se cruzase en su camino. El otro puede estar enfadado y sin embargo no hacer mella en nosotros si nos encontramos centrados, también vacíos.

Por eso,
desde ese día, si viene alguien y me insulta, me río y digo: Esta barca también está vacía. Cierro los ojos y entro en mí.

Lin Chi (Maestro Zen)

lunes, 6 de enero de 2014

Tu Recorrido es la Meta

De repente, por alguna razón, mientras te encuentras recorriendo algún camino conocido, te das cuenta que el destino se ha convertido en algo más importante que el recorrido mismo. 

Tu urgencia por alcanzar cierto objetivo ha estado sacando cada paso valioso fuera de tu atención. Has estado caminado a ciegas, inconscientemente, no has estado realmente presente en tu andar, te has dejado hipnotizar por el futuro, te sientes desconectado y solo, recorri
endo un camino familiar.


Entonces, de pronto, la atención cambia de la escena de un imaginado futuro en la película de tu vida, hacia la presente escena, aquí, ahora. De aquello que no está presente, hacia lo que sí está presente.


S
ientes nuevamente tu cuerpo vivo, el golpeteo de tu corazón, tu aliento entrando y saliendo, la suavidad del suelo debajo de tus pies, la tierna brisa en tu rostro. Escuchas el susurro de los árboles por todas partes y el ladrido de los perros en la distancia. Te sientes querido, de nuevo, conectado a todo y a todos. La vida ha estado estallando por doquier, sin embargo, tú habías estado poniendo atención a otras cosas, en otro momento y en otro lugar. 

Sientes tensión y cansancio por todo tu cuerpo, rigidez en tus hombros y pecho. Te perdonas a ti mismo por haberte descuidado. Ofreces una cálida y amorosa presencia a estas partes desatendidas, permitiendo que la tensión se relaje y se disuelva en su propio tiempo. Estás en paz para volver a Casa, presente en tu andar.


Tus esperanzas y temores acerca del futuro palidecen ante esta inmediatez, ante esta vitalidad. 
Llegarás a tu destino, quizás. Pero en este momento, tu andar lo es todo. Cada paso te está recordando cómo vivir. Cada aliento es un pequeño gurú. 


Jeff Foster (de la página en Facebook Jeff Foster en español) 
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