miércoles, 6 de mayo de 2015

Puro Conocer

Experimenta cualquier pensamiento, sentimiento, sensación, visión, sonido, sabor, tacto u olor que esté sucediendo en tu experiencia ahora mismo, y ve que son como ondas vibrantes en el océano infinito de Conciencia. 

Desde el punto de vista del océano, las olas vibrantes son una modulación de sí mismo. El océano nunca conoce un objeto separado ni un otro. Solo se conoce a sí mismo eternamente.

Un objeto separado u otro solo lo son desde el punto de vista ilusorio de un objeto separado u otro. En otras palabras, un yo separado solo lo es desde su propio punto de vista ilusorio. 

La Conciencia -la luz del puro Conocer- nunca conoce ni entra en contacto con un ser separado e interior y, por tanto, nunca conoce ni entra en contacto con un objeto, otro o mundo separados y exteriores. 


Cuando se desvanece una ola, no desaparece nada real; cuando aparece una ola, no se crea nada nuevo. Lo que, desde el exterior, es una multiplicidad y diversidad de objetos y 'yoes' siempre cambiantes es, desde el interior, una realidad que nunca cambia: Conciencia conociéndose y siendo ella misma solamente 


Ve que la ola vibrante no deja ninguna huella en el océano. El océano siempre sale indemne, ileso. Nunca se le añade nada; nunca se le quita nada. Es prístino, imperturbable, indestructible y no se le puede dañar. Por lo tanto la paz es su naturaleza.

Por dondequiera que fluya, solo es y se conoce a sí mismo.

Ruper Spira (FB, Rupert Spira en Español)
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