lunes, 25 de septiembre de 2017

La mente racional - Diferencia sutil

Todos utilizamos palabras similares para expresar lo que estamos intentando comunicar. A veces las palabras comparten un significado común y a veces no. La realidad, sin embargo, puede ser muy distinta a pesar de parecer la misma a aquellos que no están familiarizadas con el proceso del despertar espiritual.

La mente, obviamente, es el terreno en el que se desarrollan todos los enfoques relacionados con el despertar. Algunos niegan que la mente racional tenga alguna utilidad de cara al despertar. Pero para que entendamos cualquier cosa con claridad, la mente debe formar parte del proceso.

Existen muchos niveles de comprensión que van más allá de la mente, son de una naturaleza más intuitiva. Aunque sigue siendo la mente la que se ve afectada por lo que la intuición percibe. El problema del ego está totalmente en la mente, de modo que es allí donde se debe producir una transformación y donde debe surgir una clara comprensión de su verdadera naturaleza.

Si uno proviene de una determinada tradición espiritual y ha tenido un maestro, la comprensión que ha obtenido puede estar distorsionada por dicho condicionamiento. Por otro lado, si uno intenta que lo que percibe encaje con lo que enseña su tradición la comprensión podría verse limitada. 
Para estar completamente libre de este tipo de condicionamientos, uno debe dejar atrás todo lo que le han enseñado. Duda de tus tradiciones, duda de tus maestros, duda de ti mismo y duda también de mí. Pero intenta abrirte para ver la realidad con la mayor claridad posible. Intenta ver dónde acaba el condicionamiento y dónde empieza la nueva comprensión. Esto no es difícil porque la nueva comprensión nos conmueve de una forma mucho más profunda.

Cuando se trata de ver con claridad, la idea misma de estar en una búsqueda espiritual puede ser un impedimento. Tu búsqueda no debería estar tan influenciada y limitada. Lo que buscas es la verdad y no hay nada sagrado en esa búsqueda.

He oído que este o aquel maestro o que una determinada tradición dice que la iluminación es como un estado de dicha eterna. No es así. Si uno tiene un problema de matemáticas, o de cualquier otro tipo, y después de estar mucho tiempo intentando encontrar una respuesta, la descubre, entonces hay una gran alegría. Si esta alegría continúa eternamente, la persona tiene un serio problema mental. Quienes hablan de una dicha interminable no han despertado realmente. Hay Alegría y esta no tiene causa. Está a un nivel tan simple que tendemos a no verla.

Pero no tenemos que estar iluminados para experimentar esta alegría. No importa qué nivel de alegría se experimenta, uno la vive como algo que va y viene. Quienes no han despertado, cuando no la sienten en el momento, se entristecen, pero aquellos que están despiertos simplemente continúan con lo que estaban haciendo. No la buscan.

Otros maestros hablan de la mente racional como si fuese una especie de monstruo. Sin embargo, todos usamos esa misma mente. Ellos señalan un estado en el que la mente se detiene. Sin duda, hay momentos en los que esto ocurre, y esto es importante. Pero la mente es un maravilloso instrumento que la evolución ha creado, aunque no la utilizamos como deberíamos y por ese motivo estamos hechos un lío. Sin embargo, es la mente la que reconoce que existe un problema y será ella la que encuentre las respuestas.

Cuando lleguen las respuestas, éstas no provendrán de la actividad de la mente sino de la revelación directa del hecho de existir. En ese nivel, sorteamos el proceso del ego. Pero si la revelación no es lo suficientemente clara y poderosa, el proceso del ego se adherirá a ella y volveremos a perdernos en el sueño. Pero con el tiempo empezaremos a ver otra vez con claridad y nos abriremos a más revelaciones que pueden muy bien llevarnos a un nivel más profundo.

Uno de los asuntos más importantes que debemos comprender es el de los pasos evolutivos que hicieron que el proceso del ego se activara. Es aquí donde lo que yo tengo que decir difiere de lo que dicen algunos. Todos estamos de acuerdo en que el ego es el problema principal pero, aparentemente, hay muy pocas personas que vean la evolución del proceso del ego y, sin esta comprensión, caeremos en la interpretación espiritual/tradicional de este asunto. Cuando la mente vea claramente este proceso, actuará de una forma muy distinta que llevará a una claridad aún mayor.

La mayoría de la gente no capta las sutilezas de esta diferencia hasta que es capaz de verla por sí misma. Y finalmente cuando ves con claridad, los juegos del ego que antes regían tu vida ya no pueden atraparte. La libertad está al alcance de la mano. Así de simple es todo esto.

Melvyn Wartella

jueves, 7 de septiembre de 2017

Abandona todas la expectativas

Nada representa un obstáculo mayor para la felicidad duradera (o incluso para la felicidad a corto plazo) que las expectativas. Abandónalas ahora mismo y no vuelvas a albergarlas jamás, acerca de nada ni de nadie.

Olvídate de cómo crees que "deben ser" las cosas. En el universo no existe el "debe ser". El "debe ser" es una invención humana que no tiene nada que ver con la realidad última. Debes saber que los giros y desvíos que nos apartan del camino que creíamos que íbamos a seguir no son rodeos en absoluto, sino que son el camino más rápido que conduce de donde estamos a donde queremos estar. De lo contrario no lo seguiríamos.

Confía en que Dios sabe lo que hace. Debes saber que la vida siempre está conspirando a tu favor. Entiende que las expectativas no son más que la idea que tienes acerca de algo, y que esta idea no tiene ni puede tener en cuenta el tejido complejo de los viajes vitales que todos emprendemos de manera secuencial y simultánea, en la vivencia cocreativa y colectiva del alma única expresada a través de los muchos.

Dicho de otro modo, aquí pasan más cosas de las que se aprecian a simple vista. Hay más de un programa de trabajo. El objetivo es único, pero el proceso es múltiple.

Si eres consciente de ello constantemente, descubrirás que el hecho de aferrarte a las expectativas sólo sirve para encrespar el plan perfecto y su representación en el escenario de la vida por todos los actores.

Lo que estoy diciendo aquí es que las expectativas marcan un límite al modo en que defines la perfección, y que este límite constriñe tu creación de la perfección misma. Por tanto, no esperes nada y acepta todo lo que recibas. Acoge todo lo que se presente. Ama lo que es.

Neale Donald Walsch
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