Hace unas semanas estaba leyendo un libro de Gangaji (pero ahora me doy cuenta que he podido estar viendo por la ventana, comiéndome un mango o bailando una cumbia) y algo asombroso sucedió. Comprendí en un segundo la insustancialidad, la inexistencia de eso que llamamos ego.
Me puse a pensar en la Verónica en la escuela primaria, me vi corriendo en el recreo, jugando. Pasé por mi adolescencia y varios momentos de mi vida y muchas imágenes fueron apareciendo….gustos, disgustos, aceptar esto, negar lo otro, creer en esto, no creer en lo otro, llanto, risa, valentía, miedo y de pronto, se hizo tanta, tanta claridad. Todo eran historias, pensamientos, personajes en otras coordenadas de tiempo y espacio que mi cerebro estaba sacando de algún disco duro y mostrando en mi pantalla como una película de youtube tridimensional.
No es que no fuera valioso o importante, el punto es que es una película, una historia. Lo real, es este momento, lo que es justo ahora, es lo único real de todo este cuento! Y eso que es real es YO, existiendo, siendo y viendo la película, respiración, libro en la mano, sol entrando por la ventana, asombro, simplemente SOY. Y Soy eso está siempre aquí. Y no sólo es cierto para mi, es cierto para todos! Ya Es.
Es muy difícil ponerlo en palabras y creo que lo difícil de ponerlo en palabras es que por un lado es algo tan obvio, tan natural y por el otro tan asombroso y maravilloso, que no sabes como contar algo que es “blanco y negro” al mismo tiempo o está más allá de cualquier blanco y negro.
¿Qué sigue? Bueno, la verdad que mi vida sigue igual y ya nada está igual. Una cosa es leer en 80 libros y que te digan mil veces que la personalidad, el ego, es una ilusión y que lo entiendas conceptualmente, otra cosa es la revelación de eso. Y tampoco tiene nada de extraordinadio. Más bien creo que estoy llegando tarde a la fiesta y ustedes me estaban esperando ya muy divertidos. Pero como dice Gandalf, “un mago no llega tarde ni temprano, llega justo cuando se lo necesita”.
Creo que simplemente esto es el comienzo del fin de la continuación de algo y el punto en el que estoy es simplemente este, porque lo que les acabo de contar ya es también una historia.
Verónica Hernández Simeonoff
© Todos los derechos reservados, Mayo del 2011
Estupenda entrada mi Vero.
ResponderEliminarUn abrazo..
Lil