miércoles, 25 de mayo de 2011

El Problema es Inversamente Proporcional a la Consciencia

La mente no quiere parar. Ella no oye esa propuesta, y eso vuelve mínima la chance de comprender lo que está siendo apuntado. Es necesario oír como un soldado. ¡Stop! Quédate quieto... tal vez en los primeros momentos sientas una gran turbulencia, porque la mente no quiere parar. Ella sabe que, si para, el soberano queda nítido - el soberano es auto-evidente.

La invitación a mirar hacia dentro es otra forma de decir: ¡Stop! Porque los sentidos, inclusive la mente, están siempre ponderando algún acontecimiento, alguna sensación, algún movimiento... Siempre hay algo que hacer. Estás en todo momento sintiendo esto o aquello, pensando esto o aquello. Tu referencia es esa relación entre sujeto y objeto.

Solamente cuando el sujeto se aquieta, el objeto pierde substancia. Sin sujeto no hay objeto y sin objeto no hay sujeto. Es justo cuestionar el hecho de que las cosas sean del modo que la mente dice que son. Pues el mapa que la mente tiene, es tradición. La tradición engendra tiempo y el tiempo pre-supone repetición.

Un libro es un libro, porque todos lo llaman "libro", porque alguien dijo un día que eso era un libro. Pero no lo es. "Libro" es sólo el nombre de eso y existe una diferencia abismal entre lo que eso es y el nombre.

La misma diferencia está en ti. ¿Tú eres lo que piensas que eres? ¿Eres lo que los otros piensan que eres? ¿Eres tu nombre? ¿Eres tu forma? Sólo en la medida de las creencias. Porque todos creen que así es. Pero para saber quien eres, las creencias no son el asunto. Tienes que ser capaz de olvidar completamente todo aquello en lo que crees. Todo no pasa de contenido de la mente.

Mirar hacia dentro, por tanto, significa parar de embrollarte con los eventos. Porque en la medida que te embrollas con un evento, eliminas otros. Pasas días, semanas, meses, envuelto con cierto evento que ni siquiera está más presente, mientras otros están danzando frente a ti, y no tienes ojos para verlos.

La observación introduce en tu vida la capacidad de ver que no existe ninguna necesidad de envolverte con ningún evento. Actuas con el momento, haces lo que tiene que ser hecho, y cuando terminas, está terminado. Existen miriadas de otras cosas ocurriendo.

Sabe: una mente rica es una mente llena de eventos pasados. Una mente pobre, no tiene eventos. Pobreza significa no contener, no tener. Con respecto a eso, permanece vacío. Y hasta puede parecer que algún esfuerzo es necesario. Pero no se exige ningún esfuerzo para que ejerzas tu propia naturaleza.

La mente es una maleta llena de cosas. Pero puedes ir disminuyendo el tamaño de la maleta y dejando solamente lo necesario. ¡Experimenta!

Satyaprem, del blog satyaprem.blogspot.com

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