viernes, 18 de noviembre de 2011

La Iluminación

El proceso del despertar es continuo y es, al mismo tiempo, una iluminación instantánea. Sigo aprendiendo día a día y ya han pasado veinticinco años desde que el ego ilusorio murió. ¿Qué he aprendido durante todo este tiempo y qué he aprendido a causa del propio despertar? Voy a explicarlo lo mejor que pueda. Ten en cuenta que las palabras sólo apuntan hacia algo que está más allá de cualquier realidad que la mente condicionada pueda comprender jamás, a pesar de ser algo sumamente simple.

Existen muchos conceptos erróneos acerca de la iluminación. Hay demasiadas personas pensando en experiencias cósmicas y místicas relacionadas con sus ideas acerca de lo que es la iluminación. Esta comprensión errónea ha sido perpetuada por algunos supuestos gurús y por escritores que no están despiertos. Es como la zanahoria que cuelga delante del burro que tira de la carreta: los gurús van en la carreta a expensas de los alumnos. Hay muchas supuestas «experiencias místicas», pero éstas tienen poco o nada que ver con la iluminación.

Muchas personas tienden a meter todo tipo de experiencias paranormales en el mismo saco que la iluminación. Esto también es un error. Como lo es asociar la iluminación a los últimos descubrimientos de la física. Yo he sido clarividente antes y después del  Despertar y este hecho no tiene ninguna relación con la iluminación.

Los cánticos, rezos y ritos religiosos no tienen ningún sentido para la iluminación. La meditación Zen puede ayudar a aquietar la mente para que vea con mayor claridad. Esto puede servir de alguna ayuda para el despertar. Yo no meditaba, ni seguía ninguna religión. La religión forma parte del sueño del ego y no tiene nada que ver con la realidad.

Tampoco he tenido jamás un maestro. A lo largo de la historia sólo ha habido unos pocos maestros realmente buenos. Hoy hay muchas personas que afirman ser maestros y que claramente no han despertado, a menos que consideremos que un pequeño espasmo espiritual es un Despertar. Son, en su mayoría, los llamados Budas Lunares: reflejan lo que han leído u oído, pero sin haber tenido ninguna experiencia real. Parece que muchos maestros  –demasiados– de la actualidad son lo que yo llamo conclusionistas:  tienen una imagen mental de lo que significa todo e implantan esas imágenes en las mentes de sus alumnos. Entonces los estudiantes llegan a una conclusión, lo cual les proporciona una euforia momentánea, y creen haber despertado. La iluminación jamás es una conclusión. No tiene nada que ver con la mente condicionada, excepto en la clara necesidad de ir más allá de ella.

La iluminación no tiene palabras. Nunca es una imagen de ningún tipo. No está en el tiempo, tiene que ser ahora. La iluminación es ver directamente la Realidad como la Realidad Misma. Jamás puede ser nombrada o expresada en forma alguna. Está dentro de una categoría completamente distinta a cualquiera de las que la mente está habituada. Es Conciencia Pura, Sabiduría Pura, Vida Pura y Simple, sin la sombra de la mente condicionada. No es otra cosa que lo que ves delante de ti, pero va más allá de toda objetividad y subjetividad. Es ver claramente cómo la mente se ha dividido en imágenes, ideas, conceptos, creencias y sueños. Eso es lo que muere: ése es el ego.
Cuando uno ha despertado verdaderamente, no necesita ninguna confirmación de nadie. Uno sabe qué ha ocurrido, sin ninguna sombra de duda, y está completamente seguro de que ha sido un despertar. Recientemente leí acerca de un maestro Zen del siglo XVque tuvo un despertar, o eso creyó, y luego recorrió todo Japón en busca de alguien que se lo confirmara. Si realmente hubiese tenido un despertar, no habría necesitado hacerlo. Era un conclusionista y así fue como enseñó lo que creía saber.

Con demasiada frecuencia, la gente cree todo tipo de disparates sobre aquellos que se han iluminado. Creen que, de algún modo, esas personas «Despiertas» son santas y están más allá del ser humano normal. Esto no es cierto. Una persona iluminada es simplemente una persona que ha despertado a la realidad y es la misma de siempre, nada más. La gente parece pensar que los iluminados son infalibles y perfectos en todos los aspectos. Son personas auténticas, de una sola pieza, pero son simples seres humanos, ni mejores ni peores que cualquier otro Cometen errores, quedan en ridículo y hacen la mayoría de las cosas que hace todo el mundo de vez en cuando. No pueden ver nada como si estuviera fuera de su Ser. No son capaces de odiar ni de hacer daño a nadie, tienen más compasión que la mayoría de los seres humanos, no se pierden en sueños ni en creencias fútiles, se sienten seguros y, durante la mayor parte del tiempo, son felices.

Tengo una página de un calendario Zen que dice: «Cuando el hombre corriente alcanza el conocimiento, es un sabio; cuando un sabio alcanza el entendimiento, es un hombre corriente». Las personas iluminadas son gente corriente. No son perfectas, pero ¿a quién le importa?

Melvyn Wartella, de su libro "Ego, Evolución e Iluminación"

2 comentarios:

  1. Gracias por compartir esto. Estoy de acuerdo que la meditacion zen puede ayudar a aclarar la mente, sin embargo mencionas que aunque ayuda a llegar a la iluminacion, ayuda poco. Mencionas tambien que tu te iluminaste o despertaste sin practicar la meditacion. Nos podrias compartir cual es la forma de hacerlo? Hay alguna tecnica, practica o algo que por lo menos nos ayude a llegar a la iluminacion, o a iniciar su proceso ?

    La pregunta tal vez seria: como lo hiciste ?

    Gracias !!!!!!

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  2. Hola! bueno, el artículo es tomado del libro ego, evolución e iluminación de Melvyn Wartella, no es mi experiencia personal. No hay un camino para el despertar o la iluminación, no hay recetas. Hay muchos artículos en este blog que "apuntan" a eso, pero no son eso... Mil gracias por comentar y seguimos en contacto.
    En amor, Vero

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