lunes, 31 de diciembre de 2012

Gratitud


En el eterno presente todo fluye, todos los ciclos danzan 
y disfrutamos de todos, 
viviéndolos a plenitud.


Gracias por compartir conmigo esta danza de olas y nuestros chapuzones en lo profundo del océano, 
en el mar infinito de la consciencia.



Feliz 2013 en Gratitud!

jueves, 27 de diciembre de 2012

Abandona cualquier esperanza de obtener frutos

Nuestra siguiente máxima es: "Abandona cualquier esperanza de obtener frutos". También podrías decir: "Renuncia a toda esperanza", o "Ríndete" o simplemente "Da". Cuanto más breve mejor.

Una de las enseñanzas más poderosas de la tradición budista es que, mientras desees que las cosas cambien, nunca lo harán. Mientras desees ser mejor, no mejorarás. Mientras estés orientado hacia el futuro, nunca podrás relajarte en lo que ya tienes o en lo que ya eres.


Uno de los patrones habituales más profundos que tenemos es el sentir que el ahora no es suficiente. Nos remitimos mucho al pasado, que tal vez fuera mejor que el ahora, o tal vez peor. También pensamos muy por delante, en el futuro, al que podríamos temer, siempre con la esperanza de que podría se un poco mejor que el ahora. Aunque el ahora esté yendo muy bien - tenemos buena salud, hemos conocido a la persona de nuestros sueños, acabamos de tener un hijo, o hemos conseguido el trabajo que deseábamos - siempre tenemos una profunda tendencia a pensar en cómo será más adelante. No damos todo el crédito a quienes somos en el presente.

....

Mientras sigas queriendo ser más delgado, más listo, más iluminado, menos tenso, o cualquier otra cosa, vas a aproximarte a tu problema siguiendo la misma lógica que lo creó: no eres suficientemente bueno. La pauta habitual nunca se deshace mientras estés tratando de mejorar, porque abordas la situación con el mismo enfoque que la causó originalmente.


En el budismo hay una enseñanza afirmadora de la vida, y es que Buda, que significa "despierto", no es alguien a quien adoras. Buda no es algo a lo que aspiras, Buda no es alguien que nació hace más de dos mil años y que era más listo de lo que tu serás jamás. Buda es nuestra naturaleza intrínseca - nuestra naturaleza de Buda - y eso significa que, para crecer plenamente, tienes que comenzar a conectar con la inteligencia que ya tienes. No es que te vaya a ser transplantada cierta inteligencia. Si vas a madurar plenamente,  no debes estar aprisionado en el sentimiento infantil de que siempre tienes que protegerte o escudarte porque las cosas son demasiado duras. Si vas a crecer - lo que yo definiría como sentirte en casa en tu mundo, por más difícil que sea la situación -, es porque vas a permitirte alimentar algo que ya está en ti. Tu dejas que crezca, lo dejas salir, en lugar de escudarlo, protegerlo y mantenerlo enterrado en todo momento.


Alguien me dijo una vez: "cuando tienes miedo eso es Buda temeroso". Esto puede aplicarse a cualquier cosa que sientas. Tal vez estés enfadado. Estás fuera de control, lo ves todo rojo y lo siguiente que sabes es que estás gritando o lanzando algo o pegando a alguien. En ese momento comienza a aceptar de que eres un "Buda enfurecido". Si te sientes celoso, eres un "Buda celoso". Si tienes indigestión eres un "Buda con dolor de estómago". Si estás feliz eres el "Buda feliz", si estás aburrido eres el "Buda aburrido". En otras palabras, cualquier cosa que puedas experimentar o pensar es merecedora de compasión, cualquier cosa que puedas pensar o sentir merece que la aprecies. 


Por eso la máxima dice "abandona cualquier esperanza de obtener frutos". Los "frutos" implican que en algún momento futuro te sentirás bien. Esta máxima te orienta al presente. Si entablas una relación incondicional contigo mismo, eso significa ser el Buda ahora mismo, en el sitio, tal como estás.


Pema Chödrön, de su libro "Comienza donde estás"

domingo, 16 de diciembre de 2012

Encuentra tu Rostro Original

Sé quien eres y no te preocupes del mundo. Sentirás una enorme tranquilidad y una profunda paz en tu corazón. Esto es lo que la gente de zen llama "tu rostro original", relajado, sin tensiones, sin pretensiones, sin hipocresías, sin las supuestas normas de cómo te debes comportar.

El rostro original es una bella expresión poética, pero esto no quiere decir que vayas a tener un rostro diferente. El mismo rostro dejará de estar tenso, el mismo rostro estará relajado, el mismo rostro no estará juzgando, no pensará que los demás son inferiores. Tu rostro original es el mismo rostro con valores nuevos.


Hay un antiguo proverbio: "Muchos héroes son hombres que no han tenido el coraje de ser cobardes".


Si eres cobarde, qué hay de malo en eso? Eres cobarde, no pasa nada. También es necesario que haya cobardes, si no, de dónde saldría los héroes? Son absolutamente necesarios para tener una base con la que crear héroes.


Sé tu mismo, sea lo que sea.


El problema es que nadie te ha dicho antes que seas tú mismo. Todo el mundo quiere husmear, te dicen que deberías ser así, que deberías ser asá... incluso en los asuntos corrientes.


En mi colegio... sólo era un niño, pero odiaba que me dijeran cómo tenía que ser. Los profesores comenzaron a sobornarme... "si te comportas bien te convertirás en un genio". Al diablo con el genio!, les respondía, sólo quiero ser yo mismo. Solía sentarme con las piernas encima de la mesa y todos los profesores se enfadaban.  Qué forma de comportarse es esa?, me decían. La mesa no me está diciendo nada, les decía. Esto es entre la mesa y yo, porqué me miran tan enfadados?. No estoy poniendo las piernas encima de sus cabezas!...


Nadie permite que los demás sean ellos mismos. Has aprendido estas ideas tan profundamente que parecen que son tus ideas. Relájate. Olvídate de los condicionamientos, déjalos caer como si fuesen las hojas secas de un árbol. Es mejor ser un árbol desnudo sin hojas que tener las hojas de plástico, el ramaje de plástico y las flores de plástico; eso es horrible.

El rostro original significa que no estás dominado por ninguna moralidad, religión, sociedad, padres, profesores, sacerdotes, no hay nadie que te domine. Basta que vivas tu vida según tu sentido interno y tendrás tu rostro original.


Osho, del libro "Coraje". 

jueves, 22 de noviembre de 2012

Despertar a la Compasión


"No me interesa aquello que has dejado ir, sino aquello a lo que sigues apegado" - Nisargadatta Maharaj

En verdad resueno con esta cita de Nisargadatta, ya que lo que me interesa hoy en día no es el "evento" o la historia de tu despertar - independientemente de lo bella y válida que ésta sea - sino cómo es que ese reconocimiento de lo que tú eres está permeando tu vida, qué tanto sufrimiento y búsqueda se está extinguiendo, incluso desde sus formas más sutiles; y cómo se están transformando tus relaciones a través del reconocimiento de tu esencia compartida con aquellos que te rodean.


Si, podrías ya sentirte despojado del “yo” y si, podrías ya reconocer que no hay otros y que no hay elección, como dicen todos esos clichés no-dualistas. ¡Pero en este momento, esas son simplemente palabras! Dime, ¿cómo fluye todo ese conocimiento dentro de tus relaciones íntimas, con tu pareja, tu madre, tu padre, tus seres queridos, tus alumnos, tus amigos y tus conocidos en Facebook o en tu lugar de trabajo?


Cuando alguien - un amigo, alumno, padre, socio, alguien en Facebook - no está de acuerdo con lo que dices, ¿sales corriendo a defender una postura conceptual o una cierta imagen de ti mismo? o ¿te mantienes abierto, escuchando profundamente desde una posición de no resistencia y sin juicios? o ¿te sientes herido y te apresuras a lastimar a alguien más? ¿Te identificas temporalmente como "el lastimado" y te sientes atacado, y te precipitas para defenderte olvidando que lo que tú eres nunca es una imagen, nunca es una "persona" sólida que no necesita ser defendida para nada? ¿Recuerdas que lo que tú eres es ese vasto océano, siempre en un profundo descanso, siempre permitiendo el surgimiento de cualquier pensamiento o sentimiento?


¿O es que vuelves a caer en un cliché espiritual, escupiendo palabras como "no hay un yo" o "la elección es sólo ilusión" o "todo es perfecto", sufriendo secretamente y ardiendo de dolor y enojo pero reacio a ver las cosas de una manera más fresca? ¿Has elaborado tus conclusiones, o estás dispuesto a desecharlas y mirar de nuevo, a través de este momento?


¿Realmente crees que tú sabes y ellos no? o ¿estás dispuesto a tirar todas esas historias acerca de ti mismo, incluyendo la historia de que ya eres un "experto" que ha despertado, y realmente encontrarte con este momento fresco como un amigo al que abrazas y no un enemigo que debes rechazar? ¿Estás dispuesto a encontrarte profundamente con aquel que está frente a ti y, por un momento, no tratar de arreglarlo o componerlo o sanarlo o tratar de "tener la razón", o escupir clichés espirituales, o tratar de ganar algún argumento inútil, tratando de probar tu identidad y tu superioridad espiritual? ¿Puedes recordar ese silencio profundo que te compone?


Sí, eres conciencia y sí, ese reconocimiento genera claridad. Pero ¿recuerdas también que, como conciencia, Yo Soy lo que tú Eres? ¿Que no hay nada qué defender? ¿Que sólo nos encontramos con nosotros mismos? ¿Que el reconocimiento mutuo es compasión? No puede haber un verdadero despertar sin el reconocimiento de esta compasión. Porque si "YO SOY ESO", entonces "TÚ ERES ESO" también y ya estamos relacionados completamente en el nivel más profundo, incluso antes de que empezáramos a hablar.


Podemos creer que "no hay un yo" todos lo deseamos, pero la prueba se encuentra en este vivir, esta compasión viva y vibrante en donde se ve realmente que la imagen del "yo" y la imagen del "tú" jamás podría separarnos.


La vida siempre, siempre nos está susurrando, "¿Qué tan profundo podemos compartir?"


Jeff Foster, de la página en Facebook "Jeff Foster en Español", 
Traducido por Tarsila Murguia

jueves, 8 de noviembre de 2012

La Iluminación - Ser Espacio


Nada se interpone en nuestro camino, pero la mayoría de nosotros tendemos a abrirnos en forma gradual, por etapas. Tendemos a ascender en ciclos de emoción: después de cada estallido eufórico de comprensión, podemos tropezar con un tipo nuevo  y diferente de negatividad, que es lo que ahora debemos aprender a amar.

Pero mientras más te elevas, más fácil resulta seguir.

La experiencia de conciencia total, de ser espacio, no significa el estar consciente en ese momento de cada detalle del universo, de toda posible relación entre entidades  limitadas y apartadas. Ser espacio es una disposición a estar totalmente consciente de todo lo concebible. Significa que no presentamos resistencia, que no negamos ningún concepto o relación.

Así, por tanto, para lograr la iluminación no necesitamos reunir ningún conjunto específico de ideas o experiencias, virtudes o sufrimientos. Todo lo que existe puede ser experimentado con una conciencia totalmente expandida.

Independientemente de la forma en que hayas limitado tu percepción, tu darte cuenta, eres un ser libre que se autodetermina. Ningún otro ser vivo, ni agrupación de seres vivos, puede controlar tu nivel de vibración. De modo que no hay nada en el universo - especialmente en su aspecto físico - que pueda oponerse a tu libre arbitrio. Eso significa que el mundo físico no tiene absolutamente ningún poder sobre ti; no te tienta, no te pervierte, no te corrompe, no se interpone en el camino de tu iluminación, no te hace absolutamente nada.

Tú eres el único causante de tu nivel de existencia.
Tu condición interna nunca se halla programada.

La experiencia de ser forzado o controlado, en contra de tu voluntad, puede presentarse sólo cuando te densificas, cuando contraes tu capacidad de darte cuenta.

Nuestra realidad, en cualquier nivel, está formada por aquellos seres conscientes y únicos que percibimos como vivos, y el proceso de la iluminación es la expansión de nuestra comprensión a otros seres, hasta que experimentamos todas las cosas como una interacción viva.

Mientras más rehuyamos el amar a otros seres, más tendremos que enfrentarnos al mundo físico, más nos obsesionamos con la masa. Por otra parte, mientras más nos abrimos a nuestros hermanos y hermanas, menos sólido se nos presenta el mundo.

La iluminación es cualquier experiencia de expandir nuestra conciencia más allá de sus actuales límites.

Thaddeus Golas Manual de su libro "Iluminación para Holgazanes"

jueves, 1 de noviembre de 2012

Sentir el Cuerpo Interior


Aunque la identificación con el cuerpo es una de las formas básicas del ego, por fortuna es también lo más fácil de superar. Esto no lo lograrás intentando convencerte de que no eres tu cuerpo, sino desviando la atención de la forma externa del cuerpo y de los pensamientos acerca de tu cuerpo - bello, feo, fuerte, débil, demasiado gordo, demasiado delgado, a la sensación de vida que hay en su interior. Sea cual sea la pariencia de tu cuerpo en el nivel exterior, por debajo de la forma externa hay un campo de energía intensamente vivo.

Si no estás familiarizado con la conciencia del " cuerpo interior ", cierra 
los ojos un momento y averigua si hay vida dentro de tus manos. No preguntes a tu mente, porque te dirá " yo no siento nada ". Probablemente, también dirá "Dame algo más interesante en que pensar ". Asi que, en lugar de preguntarle a la mente, ve directamente a las manos. Con esto me refiero a hacerte consciente de la sutil sensación de vida que hay dentro de ellas.

Está ahí, solo tienes que llegar ahí con tu atención para notarlo. Puede que 
al principio sientas una ligera sensación de picor, y después una sensación de energía o de vida. Si mantienes la atención en las manos durante un rato, la sensación de vida se intensificará. Algunas personas ni siquiera tienen que cerrar los ojos. Son capaces de sentir " sus manos interiores " al mismo tiempo que leen esto. Pasa después a los pies, mantén la atención en ellos durante un minuto, y empieza a sentir las manos y los pies al mismo tiempo.

A continuación, incorpora otras partes del cuerpo- piernas, brazos, abdomen, 
pecho...A esta sensación, hasta que seas consciente del cuerpo interior como una sensación global de la vida. Lo que yo llamo "el cuerpo interior" no es en realidad el cuerpo, sino la energía vital, el puente entre la forma y la no forma. Adopta la costumbre de sentir el cuerpo interior tan frecuentemente como puedas. Al cabo de un tiempo, ya no necesitarás cerrar los ojos para sentirlo. Cuando estás en contacto con el cuerpo interior, ya no te identificas con tu cuerpo ni te identificas con tu mente. Ya no estás identificado con la forma, sino apartándote de la identificación con la forma para acercarte a la no forma, pero también podríamos llamar El Ser. 

Esta es tu identidad esencial. La conciencia del cuerpo interior no solo te 
ancla en el momento presente; es también una puerta para salir de la prisión
que es el ego. Y también refuerza el sistema inmunitario y la capacidad de autocuración del cuerpo.

Eckhart Tolle

jueves, 11 de octubre de 2012

Acabar con la guerra a la mente


Yo procedía de la tradición budista zen, y esta tradición cuenta con una larga historia, cuya práctica principal es la meditación. En zen generalmente meditas varias horas al día en la postura sentada, durante un período de tiempo prescrito. Tras practicar este estilo de meditación durante muchos años, descubrí que esta práctica no se me daba muy bien. Creo que muchos de los meditadores noveles creen que la meditación no se les de muy bien (tienen la mente agitada, desean rascarse el cuerpo y experimentan grandes dificultades para calmarse y quedarse quietos). La experiencia de la meditación me resultó muy difícil desde el principio. Y veo que eso mismo le ocurre a mucha gente.

Yo me sentaba a meditar en mi casa y en retiros. En casa dedicaba a la meditación media hora o una hora al día, a veces más. También participaba en retiros y entonces meditaba durante periodos de tiempo mucho más largos. En realidad, mi meditación era casi siempre cualquier cosa menos meditación. Excepto durante unos mágicos instantes en los que la meditación aparentemente acontecía sin más, mi meditación me suponía una gran lucha, un gran esfuerzo para poder (sin gran éxito) calmar la mente, controlar los pensamientos y quedarme quieto. Como no conté con un don particular para meditar desde el principio (para poder controlar la mente y entrar en estado meditativo), al cabo de unos años comprendí que tenía que buscar otra forma de meditar. Era evidente que el método que estaba utilizando no me funcionaba. Entonces comencé a investigar en lo que denomino Meditación Auténtica.


Un día estaba hablando con mi maestra y ésta me dijo: "Si tu intención es ganarle la guerra a la mente, seguirás en guerra eternamente". Esto me sorprendió mucho. En ese momento me di cuenta de que hasta entonces había entendido la meditación como una batalla contra la mente. Intentaba controlarla, pacificarla, dejarla tranquila. De repente pensé: "Dios mío, eternamente es muchísimo tiempo. Tengo que encontrar otra forma de entender la meditación". Si ese camino implicaba seguir en guerra con la mente por tiempo indefinido, debía encontrar la manera de acabar con esa guerra. Sin apenas darme cuenta, empecé a investigar, silenciosa y profundamente, qué pasaría si dejase de estar en guerra con la mente, con lo que sentía, con la totalidad de mi experiencia humana.


Empecé a meditar de varias formas. Me olvidé de mi concepto sobre la meditación. Mi mente tenía muchos pensamientos acerca de la meditación. La meditación era aparentemente pacífica; debía sentirme de una determinada forma, mayormente calmada. Se supone que la meditación debía llevarme hacia un profundo estado del ser. Pero como era incapaz de dominar la técnica de la meditación tal y como me la estaban ensañando, me vi obligado a descubrir otra forma de meditar, una que no se basase en ninguna técnica. Así que yo me sentaba a meditar y dejaba que mi experiencia se limitase a ser, en lo más profundo. Empecé a dejar de intentar controlar la experiencia. Así fue como comencé a descubrir por mí mismo la Meditación Auténtica. A partir de ese momento, este giro (dar el paso de intentar perfeccionar una técnica o disciplina a librarme de cualquier técnica o disciplina) empezó a conformar mi forma de meditar.


Adyashanti 
(de su libro "Meditación Auténtica")

viernes, 21 de septiembre de 2012

La Sabia Voz Interior

TS: Dices que a los veinticinco años, cuando experimentaste lo que denominas tu "primer despertar", escuchaste una voz que decía "sigue adelante, sigue adelante". ¿Qué era esa voz? ¿La llamarías conciencia o la pequeña y serena voz interior?

Adyashanti: Puedes llamarla por cualquiera de esos nombres.


TS: Si cada uno de nosotros tuviera ese tipo de voz interior, parece que ella impediría que convirtiéramos nuestras realizaciones en un juego de poder. Tu oíste esa voz que decía que tu realización no era completa, pero ¿tenemos todos una voz interior de ese tipo?


Adya: En cierto sentido yo diría que si. En definitiva todos somos lo mismo, de modo que todos tenemos acceso a las mismas capacidades. Sin embargo, relativamente, la cuestión es si todo el mundo oye su voz interior. Aparentemente, no todo el mundo la oye.


¿Qué es esa voz sabia? Es hacia lo que apunto cuando hablo de sinceridad. Es la inteligencia interna que nos mantiene en la pista correcta, la inteligencia que nos mantiene alineados. En cierto sentido pienso que casi todo el mundo ha experimentado esa pequeña voz serena. Suelo poner el ejemplo de cuando salimos con un hombre o con una mujer y la cosa acaba mal. Algo dentro de nosotros dice "no vuelvas a hacer eso". Pero después conocemos a otra persona y no escuchamos la voz. Nos sentimos atraídos, esa persona es sexy, y queremos estar con él o ella. Al final descubrimos que la pequeña voz estaba en lo cierto. No deberíamos haber seguido saliendo con esa persona. Finalmente, todo se colapsa, y descubrimos que la pequeña voz serena tenía la razón.


De modo que esa voz no es mística. Creo que la mayoría de la gente la ha escuchado alguna vez. Pero la descartamos con mucha facilidad. Queremos que se justifique a sí misma, que nos diga por qué. Uno de los mejores indicadores de que la voz interior es auténtica y sincera es que nunca se justifica. Si le preguntas: "¿por qué?", se quedará en silencio. Si le pides que se explique no lo hará. No necesita justificarse, y no lo hace. 


Si hablas con el ego y le preguntas "¿por qué?", él te responderá. Si le preguntas al ego, "¿significa eso que todo va a ir bien?", él te dirá que sí. Pero esa pequeña voz conlleva cierta inseguridad inherente. No ofrece garantías. La voz es un regalo. O bien la escuchamos o bien no.


Adyashanti, de su libro "El Final de tu Mundo".

martes, 18 de septiembre de 2012

Amor


Amar a un ser humano es ayudarle a ser libre. Ramayat

¿Qué mejor ofrenda hacia alguien que amamos que apoyar su libertad?, ¿de qué clase de libertad se trata?, ¿acaso de una libertad superficial que le permita hacer lo que nos molesta porque decimos que no nos importa?, ¿o más bi
en se trata de facilitar la liberación de las ataduras, posibilitando su éxito e independencia?

Cuando tratamos soterradamente de que nuestros seres queridos nos “necesiten”, lo que estamos es anulando su autonomía y su independencia. La “necesidad” de algo o alguien es un estado mental que priva de opciones y señala esclavitud y dependencia. Si en vez de manipular, para que nuestro ser amado nos “necesite”, logramos que nos “prefiera”, o simplemente que nos “elija”, estaremos dando un gran paso, el paso que va de la atadura a una voluntad libre que opta.


A menudo, y para asegurar que se nos quiera, ayudamos dando un pez cada día, en vez de entregar una caña de pescar completa. Sucede que, en nombre de la ayuda manipuladora, nos hacemos indispensables al otro para que no pueda ganarse la vida y vuele por su propia cuenta. Una manera muy sutil de enredar a una persona y hacerla orbitar a nuestro alrededor de forma parásita.


En realidad, el sentimiento noble tiene más que ver con el ofrecimiento de autonomía y desarrollo que con el propio mantenimiento de posiciones privilegiadas. La esclavitud habla de ignorancia y por ello, cuanto más conocimiento e información ofrece uno, más libertad regala. El conocimiento permite tomar decisiones bien informadas y aumentar nuestra prosperidad, mientras nos desenganchamos de dependencias pasadas. El desarrollo personal permite gestionar nuestra vida y hacer cesar el sufrimiento que produce la ignorancia. ¿Cabe mejor ofrenda?


El conocimiento de una persona no se basa en simples datos, sino en algo más integral que libera al ser humano, tanto de la escasez como de sus propias miserias. El desarrollo de la inteligencia y el cultivo del alma propician una confianza que no se basa en la presencia de nadie en concreto, ni en nada a lo que uno se aferra. Cuando trabajamos nuestro interior, sabemos que nadie nos va a regalar la felicidad, sino que más bien depende de la relación con uno mismo y la amplitud de consciencia alcanzada. Se trata de una transformación hacia la libertad que no tiene tanto que ver con la ausencia de cadenas externas, como con la maduración y sentimiento de trascendencia.


Si se apoya a todo ser humano en el desarrollo de su mente y en el cultivo de la sensibilidad interna, se dispondrá de más opciones para lograr el bienestar y la paz duradera. ¿Acaso existe mejor regalo que aprender a generar la dicha propia?, ¿cabe mejor ofrenda a los seres que uno ama?


Facilitar el método y la energía al ser que comparte nuestras horas, es una forma de amar que no sólo dota de posibilidades, sino de todo un mapa para desplegar ideas más amplias y liberadoras. Cuando una persona se abre a la expansión que ofrecemos con nuestro abrazo del alma, recibe un regalo sin precio. Recibe el código de la salida del miedo y las claves del despertar de su consciencia. Amar es compartir la medicina que nos ha liberado y ofrecer aquello que nos dio más poder y templanza. Amar es regalar la llama que un día se encendió en lo alto de la montaña y compartirla  en conversaciones cotidianas.


José María Doria, de su libro "Inteligencia del Alma"

sábado, 1 de septiembre de 2012

El Condicionamiento


Se ha escrito mucho sobre el condicionamiento humano y sobre la necesidad de superarlo. Hay quien cree que para vivir una vida despierta debemos ir más allá de todo condicionamiento. Esta idea puede crear tensión y hacer que uno sienta que no es capaz de lograrlo. Estoy seguro de que debe de haber algunas personas, quizá muchas, que simplemente se dan por vencidas y creen que el despertar está reservado a quienes tienen un control sobrehumano de sus vidas. No es verdad.

Es muy importante comprender que el condicionamiento es lo que ha creado el equívoco que ha provocado la separación entre el ego y el resto de la vida. Si no vemos el problema claramente, es mucho menos probable que podamos despertar. Los seres humanos llevamos en nuestras cabezas muchos condicionamientos que no significan nada.


En cierto sentido, todo lo que hacemos es, de un modo u otro, una forma de condicionamiento. Nuestra manera de vestir, lo que comemos, dónde preferimos vivir y un millón de cosas más pueden verse como condicionamientos, pero esos condicionamientos no son el problema. El único problema real es esa parte de nuestro condicionamiento que hace que pensemos continuamente que, de algún modo, somos especiales, o no especiales, o que odiamos a esta o aquella persona, a este o aquel grupo, y todos los demás disparates

creados por la comprensión errónea que nos ha llevado a este estado de hipnosis que vemos como «ego».

Cuando vemos claramente este proceso, empezamos a salir de la visión limitada de la realidad. Estamos objetivando aquello que ha objetivado todo lo demás en nuestras vidas. Con el tiempo, veremos que no existe eso que llamamos ego. Cuando despertemos profundamente a este hecho y no sólo lo aceptemos intelectualmente, ya no estaremos atrapados en juegos mentales como la religión, el racismo, el odio, el nacionalismo, etc. Nos convertiremos en seres nuevos. Descubriremos nuestra identidad con toda la Vida; nos transformaremos en algo divino. En realidad ya lo somos en este preciso instante. No podríamos ser otra cosa.


Lo único en que tienes que centrarte es en poner fin a ese condicionamiento. No imponiéndote una práctica, sino simplemente observando cómo funciona tu mente. En este proceso tenemos que ser muy honestos con nosotros mismos. No te limites a aceptar lo que estoy diciendo. Descubre por ti mismo si es verdad o no. Observa tus reacciones en cada situación en la que te encuentres. Observa cuán protectora es la mente con su identidad. Observa cómo queremos proteger esas cosas que nos dan una sensación de seguridad, con las que nos podemos identificar y que respaldan la creencia en nuestra identidad. Observa cómo cuando nuestra imagen de nosotros mismos es cuestionada aparece el enfado.


Realmente observa y fíjate si cuando decimos que amamos a alguien es verdad. Pregúntate lo que significa para ti morir. ¿Qué es lo que teme a la muerte? ¿Es el cuerpo o es la identidad? Al principio, te parecerá que esto supone un gran esfuerzo, pero con el tiempo se convertirá en un puro observar lo que está ocurriendo, sin hacer caso de ningún condicionamiento. Esto continuará incluso mientras el cuerpo duerme. Se puede aprender mucho de los sueños.


No te preocupes por los pequeños problemas del condicionamiento. Muy pronto se resolverán solos. Preocupándonos por pequeñeces, podemos hacer que el proceso del ego se prolongue más tiempo del necesario. Del mismo modo, si nos castigamos por algo que detestamos vernos hacer, no haremos más que mantener vivo al ego, en la forma de un juez que dice que debe superarse eso. Limítate a observar al ego en acción. El ego es una actividad del pasado. El pasado nunca es real, y tampoco lo es el ego.


Melvyn Wartella, de su libro "Ego, Evolución e Iluminación"

jueves, 16 de agosto de 2012

Poema Hindú



Estas son unas pocas estrofas elegidas del Bhagavad Gita, que es el más famoso poema hindú, está lleno de sabiduría y me llegó por email, gracias!
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POEMA HINDÚ

¿Por qué te preocupas sin motivo???
¿A quién temes sin razón??? 
¿Quién te podría matar??? 
El alma no nace, ni muere. 
Cualquier cosa que pase, 
pasará por tu bien; 
lo que esté sucediendo, 
está sucediendo para bien; 
lo que vaya a pasar, 
también, pasará para bien.

No debes lamentarte por el pasado. 
No debes preocuparte por el futuro. 
El presente está sucediendo... 
¿Qué pérdida te hace llorar? 
¿Qué has traído contigo?
¿Qué crees que has perdido?

¿Qué has producido?
¿Qué piensas que se ha destruído? 
No has dado nada, 
no has traído nada contigo, 
cualquier cosa que poseas, la has recibido aquí. 
Cualquier cosa que hayas tomado, la tomaste de Dios. 
Lo que sea que hayas dado, se lo has dado a Él. 
Llegaste con las manos vacías, 
y regresarás con las manos vacías.

Cualquier cosa que poseas hoy,     
pertenecía a otra persona, el día de ayer, y 
pertenecerá a otra, el día de mañana. 
Erróneamente, has disfrutado de la idea 
de que eso, te pertenece. 
Es esta falsa felicidad, 
la causa de tus penas. 

El cambio, es la ley del Universo.
Lo que consideras como muerte, 
es, en realidad, la vida. 
En cualquier momento, puedes 
ser un millonario, 
y en el siguiente, puedes 
caer en pobreza.

Tuyo y mío, grande y pequeño... 
Borra esas ideas de tú mente. 
Entonces, todo te pertenecerá y 
serás dueño de todo. 
Este cuerpo no te pertenece, 
tampoco eres de ese cuerpo. 
El cuerpo está hecho de fuego, agua, aire, tierra y 
éter, y retornará en estos elementos. 
Pero el Alma, es permanente - así que 
¿Quién eres tú?

Dedica tu ser a Dios. 
Él, es el único en el que debes confiar. 
Quienes conocen esta verdad, son para siempre 
libres de temor, preocupación y dolor!

Hagas lo que hagas, 
hazlo como una ofrenda a Dios. 
Esto te llevará 
a experimentar, de 
la alegría, la libertad y la vida, por siempre! 

lunes, 6 de agosto de 2012

Terapia y Despertar


¿Ocupan la psicología o la terapia algún lugar en este proceso de despertar?

Es curioso que utilices esta palabra, "proceso", porque en ello reside la diferencia. La terapia es un proceso, algo por el que pasa el personaje soñado aquí, en el sueño. Los procesos y los crecimientos y el devenir ocurren únicamente en la dualidad; esa es la naturaleza de la dualidad. Pero despertar no es un proceso; es un salto fuera del contexto del proceso, fuera de la dualidad.


No obstante, mirándolo retrospectivamente, es posible ver que la psicoterapia puede ciertamente cumplir el propósito de estabilizar el sentido del yo a tal grado que resulta entonces posible desprenderse de él de forma segura. Un ego muy inseguro y a la defensiva, dotado de muy poca autoestima o lleno de miedo y ansiedad, más bien se sentirá herido u ofendido si se le dice que no existe en realidad, que no es más que una "fantasía", una idea errónea que es necesario destruir. Ironicamente, es preciso tener un ego bastante fuerte para ser capaz de escuchar este mensaje y poder abrigar esa idea.


Pero revolcarse una y otra vez en las brasas emocionales de los eventos pasados mediante la terapia puede llegar a ser un doloroso calvario, y pasado un cierto punto puede resultar totalmente contraproducente si te lo tomas demasiado en serio. Desde la perspectiva actual, resulta claro lo fútil que es tratar de "descubrir" quien es uno: es como intentar atrapar el viento. El yo individual que la psicoterapia pretende ayudar es, de hecho, una ilusión, y ese es todo el problema. La percepción crucial es ver quién o qué no es uno, y es improbable que la psicoterapia te lleve hasta allí.


Pero tanto antes del despertar como después de él, el organismo cuerpo/mente funciona tal como está programado y condicionado; así que siempre resulta valioso saber dónde tiene uno los puntos ciegos. El mero hecho de saber cuáles son y dónde están, sin necesidad de intentar "arreglarlos", puede ser extremadamente útil; pero más allá de eso, no tiene mucho sentido trabajar con el ego (o por lo que a esto respecta, trabajar en la disminución del ego), puesto que se trata solamente de un holograma o una ilusión que no existe realmente por sus propios méritos.


A lo largo de toda la enseñanza de Ramana Maharshi se alude de continuo a que el ego, debido a que no tiene existencia real por sí mismo, desaparece o se desvanece tan pronto se le situa bajo la luz del cuestionamiento. Cuando se desvanece la falsedad que es el ego, lo que queda es la Verdad. Es así de sencillo. Eso es lo que es despertar.


"La realidad es simplemente la pérdida del ego".


David Carse (de su libro Perfecta Brillante Quietud")

domingo, 15 de julio de 2012

La Vida Incluye Todo


Aquel al que denominamos sabio sabe que cualquier cosa que aflora constituye el perfecto despliegue de la totalidad en la Conciencia; y resulta totalmente irrelevante qué particular even­to sucede en qué determinado personaje del sueño. El despertar no confiere una inmunidad especial al organismo cuerpo/men­te del sabio. La Comprensión no es una vacuna ni contra el Al­zheimer ni contra ninguna otra cosa.

Pero alguien que tenga Alzheimer no estará en sus cabales la ma­yor parte del tiempo.


Es seguro que no será un personaje muy presentable. In­quietará mucho a quienes precisan de seres perfectos a los que admirar, o a los que fantasean con una vida iluminada libre de dolencias; o a aquellos que han absorbido algunas de esas ideas Nueva Era acerca de que la causa de las enfermedades es uno mismo.


Pero si el despertar ha ocurrido de veras y ha desaparecido por completo el sentido de yo separado, y entonces el organismo cuerpo/mente sucumbe a una enfermedad orgánica, no puedes dar marcha atrás y afirmar retroactivamente que, después de todo, el despertar no ocurrió. Sí ocurrió. Después ocurrió la en­fermedad. La vida es así. Es un revoltijo. Lo incluye todo.


Parece que eso aporta mucha confusión, al menos potencialmente.


La confusión ya está ahí. ¿Qué tiene de «malo» la confu­sión? Una vez más, es parte del funcionamiento global. En la dualidad no puede haber luz sin oscuridad, arriba sin abajo, be­lleza sin fealdad, claridad sin confusión. Es un error declarar la guerra a la confusión y tratar de eliminarla completamente.


¿Re­cuerdas lo que le dijo Maharaj a alguien que quería salir del sueño?: 


Tu problema no es el sueño. Tu problema es que te gus­tan unas partes del sueño y otras no.


Tratar de eliminar las partes del sueño que no te gustan te mantendrá ocupado, pero también te mantendrá frustrado: eso nunca tendrá éxito, ya que la manifestación es inherentemente dualística.


Despertar es ver Lo Que Es y aceptarlo en su totalidad, es aceptar todo el revoltijo en su conjunto. No tiene que gustarte necesariamente, pero es Lo Que Es.


David Carse  (de su libro Perfecta Brilante Quietud)


martes, 10 de julio de 2012

El Simple Movimiento de la Vida


Preguntar: “¿Qué debo hacer?” es una manera velada de decir “¿Cómo controlo esta situación?”. El único antídoto para este tipo de pregunta intencional es dejarla ir. ¿Cómo dejar ir la intención? La cuestión se vuelve complicada, porque incluso el esfuerzo por dejarla ir es en sí un acto intencional. Probablemente todo el mundo ha tenido la experiencia de intentar soltar o rendirse. Sin embargo, intentar y rendirse son conceptos mutuamente excluyentes. Mientras lo intentemos, no hay un dejar ir.

De modo que llega un punto en el que todas las técnicas desaparecen, en el que todo lo que podemos aprender sobre cómo reajustar la conciencia para que se halle en un estado de más claridad nos fallará. Nuestras técnicas no servirán de nada. Llegará un momento en que nos daremos cuenta de que no hay nada que ”yo” pueda hacer para soltar en el plano existencial; no hay nada que “yo” pueda hacer para rendirme, en realidad no hay nada que el “yo” pueda hacer. Admitir esto completamente, ser penetrado totalmente por esta conciencia, es en sí mismo el acto definitivo de soltar, el acto de abrir el puño.


Lo único que podemos hacer como seres humanos es ver que seguir aferrándose es inútil; todo intento de agarrarse es una forma velada de rechazar quién y qué somos realmente.


Despertar en el plano del vientre requiere afrontar y soltar nuestro miedo existencial más profundo. También exige afrontar y soltar lo que yo llamo la voluntad personal, o la parte de nosotros que dice: “Esto es lo que quiero y así es como lo quiero”. En última instancia, la voluntad personal es una ilusión, y por eso es tan frustrante cuando tratamos de usarla para controlar y dictar los sucesos. Esta tarea exige la rendición más profunda, la más profunda devoción y sinceridad hacia la verdad misma.


La verdadera realización, la verdadera iluminación, llega mediante la renuncia completa a la voluntad personal, un dejar ir completo. Y cuando nuestra voluntad personal se rompe, una fuerza completamente diferente entra en nuestro sistema. Es la fuerza del Espíritu, que ahora puede se operativa porque ya no la evitamos al aferrarnos a nuestra voluntad personal.


A medida que su voluntad personal disminuye, la gente suele decirme: “Ya no sé cómo tomar una decisión”. Esto se debe a que operan cada vez menos desde un punto de vista personal. Hay una nueva manera de funcionar, y en realidad no se trata de tomar esta o aquella decisión, la decisión correcta o la equivocada. Es como navegar en una corriente. Sientes hacia dónde se mueven los sucesos y que tienes que hacer. Es como un río que sabe cómo ha de girar al toparse con una roca. Se trata de una sensación de conocer intuitiva e innata.


La mayoría de nosotros nos hallamos demasiado perdidos en las complejidades de nuestro pensamiento para sentir que la vida es un fluir simple y natural. Pero, por debajo del torbellino del pensamiento y la emoción, y por debajo del agarre de la voluntad personal, ciertamente existe una corriente: el simple movimiento de la vida.


Adyashanti,  "El final de tu mundo"

miércoles, 4 de julio de 2012

Verdad Ultima


De modo que si quiere conocer la "verdad última" ...... sométase a estas tres pruebas (reconocer el Yo que Usted era cien años antes de que nacieran sus padres, el Yo que será dentro de cien años y el Yo que es en el sueño profundo sin sueños).

¿Practica la astrología?, ¿le interesa correr con los lobos?.......¿le interesa recordar sus últimas reencarnaciones?, ¿utiliza la dieta como una forma de
 limpieza espiritual?, ¿se ocupa de la sanación de su niño interno?...... 

Por que, en cualquiera de estos casos, debe saber que si usted no está Presente (como testigo transpersonal) durante el dormir profundo sin soñar, antes del nacimiento de sus padres....... 
o dentro de cien años, no es Real.

Por más interesantes que resulten todas estas prácticas relativas y creencias traslativas,
 nunca debe olvidar que son secundarias con respecto al gran
NO-nacido,
 al Rostro Original, al Rostro del Espíritu.....

Ken Wilber-Diario, Edit. Kairós

viernes, 29 de junio de 2012

Se Auténtico


A menos que digas la verdad, no podrás desarrollar esta integridad interna en gran medida. Porque solo cuando comienzas a decir la verdad, realmente comenzarás a saber qué está pasando dentro de ti, no de otra manera.

Comenzarás a ir a las profundidades de eso. Entonces el milagro ocurre. El milagro es que te llevará a las raíces. Entonces verás que todo está vacío y entonces te liberarás de eso.


No importa qué sea. ¿Eres capaz de verlo? ¿Qué es la autenticidad? Es ver lo que está ahí. Integridad interna es ver lo que está ahí. La verdad es decir lo que tú ves. La verdad se convierte en autenticidad externa. Primero lo ves, y luego lo dices. 


Y si lo dices, encontrarás que el efecto es inimaginable. No hay nada que necesites. Desde ahí, es automático. Inténtalo. Cada momento será un momento feliz en tu vida.


Tal felicidad solo viendo lo que está sucediendo por dentro. Eso es todo lo que hay en la vida. ¿Qué es la vida? Ver lo que está sucediendo por dentro. Porque no estás viéndolo, te sientes aburrido. Encuentras la vida sin sentido, sin propósito. Entonces quieres esto, quieres aquello. Tantos deseos que estás creando. Pero si vieras realmente lo que está sucediendo, habría tanta dicha, que no querrías nada más en la vida.


Todas las personas auténticas son cuidadas por la vida o por Dios. Las personas no-auténticas mueren. Si tú eres auténtico y no tienes comida, la comida vendrá a ti. De alguna manera sucede. De alguna manera eres ayudado. Irás donde tú quieras ir. Tu vida se convierte en milagrosa. Es porque no eres auténtico, que estas cosas no suceden en tu vida.


Pero nuevamente, no trates de ser auténtico. Debes realmente ser auténtico. Solo entonces los milagros ocurren. Solo entonces te conviertes en un gran ser. Es entonces que la bendición viene a ti.


Todo lo que dices se convierte en verdad. ¿Por qué es que ustedes están atorados? Porque son falsos, por lo tanto son no-auténticos. Entonces nunca realmente han visto lo que está sucediendo dentro de ustedes. Entonces necesitan cosas externas para poder avanzar.


Si seres auténtico, comenzarás a crecer espiritualmente. Y si creces espiritualmente entonces hay felicidad natural. Realmente eres feliz, no de la clase de felicidad que tú hablas. Hay un diferente tipo de felicidad que es la única cosa que puede ser llamada felicidad. Cuando eso está ahí, extrañamente descubres que los otros problemas comienzan a desaparecer, como los problemas financieros comienzan a desaparecer, los problemas de salud comienzan a desaparecer, los problemas en las relaciones desaparecerán, los obstáculos en tu camino comienzan a desaparecer. 


Todo comenzará a cambiar porque tú tienes esta felicidad. Tú tienes esta felicidad porque eres espiritual. Tú eres espiritual porque eres auténtico. Eso es todo.


Sri Bhagavan

viernes, 22 de junio de 2012

El Despertar

Estudiante: Deshacernos de nuestro ego para experimentar la conciencia… ¿nos deshacemos de él como si fuera la piel de una naranja?

Adyashanti: Deshacernos de la piel sería algo así como tener un sueño en el que acudieses a un terapeuta, empezaras a sentirte cada vez mejor y creyeras que te estabas encaminando. El despertar es como si estuvieras en el sofá contando tu historia, hecho un lío, sin avanzar mucho, y te dieras cuenta, de pronto, de que todo es un sueño, que no es real, que te lo estás inventando. Eso es el despertar. La diferencia es enorme.


Estudiante: ¿Me lo he inventado todo?


Adyashanti: Absolutamente todo. 


Pero la conciencia que está en ti no está soñando. Sólo sueña la mente. Se cuenta historias y quiere saber si estás progresando. Cuando te despiertas comprendes: “Vaya, es un sueño. La mente está creando un estado de realidad alterado, una realidad virtual, pero no es verdad, no es más que pensamiento”. El pensamiento podrá contar un millón de historias dentro de la conciencia, pero ésta no cambiará ni un ápice. Lo único que cambia es la sensación del cuerpo. Si cuentas una historia triste, el cuerpo reacciona. Y si te cuentas una historia de exaltación, el cuerpo se siente engreído, confiado.


Pero cundo te des cuenta de que sólo son historias, cuando salgas de la mente, del estado de sueño, experimentarás un gran despertar. Tú no te despiertas, lo que está despierto desde siempre se hace consciente de sí mismo. Tú eres lo que está eternamente despierto.


Adyashanti

(de su libro La Danza Del Vacío)

viernes, 8 de junio de 2012

Desapego, Clave de la felicidad


El Mundo con el que te relacionas está creado por la Mente

Sólo tu, puedes hacerte feliz y todos los momentos presentes lo son porque tú estás en ellos. Y hoy, en el eterno presente, en el aquí y el ahora, tú serás feliz aunque hoy te acompañe esto o lo otro. Y podrás ir pasando de un momento a otro en la vida disfrutándolo plenamente, sin llevar cargas emocionales del pasado. Y como los lirios del campo y los pájaros del cielo estarás libre de preocupaciones viviendo siempre el Eterno presente.


Buda dijo: El mundo está lleno de sufrimientos; la raíz del sufrimiento es el apego; la supresión del sufrimiento es la eliminación del apego.


El desapego podría definirse como "carencia de sed". Piensa en el ánimo de una persona desesperada por la sed y en el de alguien que no la tiene. Observa mentalmente la diferencia. ¿En cual ves paz, tranquilidad, seguridad y en cual lo contrario? Ahora observa el mundo, la infelicidad que hay en torno y dentro de ti. ¿Qué la causa? La situación económica, el desempleo, las guerras, la soledad ...


Si observas bien, verás que no es nada de esto, porque si esto se solucionara aparecerían otros temas que seguirían causando la infelicidad. ¿Entonces qué es?.


Es que esa infelicidad la llevas contigo donde vayas. Esa infelicidad está en ti y no puedes escapar de ti. Está en tu programación, en tu computadora cerebral, son tus creencias; esas que te parecen tan lógicas que ni siquiera sabes que te tiranizan y esclavizan.


Tu mente no deja de producir infelicidad. Ahora, si lo analizas, verás que hay una sola cosa que origina la infelicidad: el deseo-apego.


¿Y qué es el apego?


Es un estado emocional de vinculación compulsiva a una cosa o persona determinada, originado por la creencia de que sin esa cosa o persona, no es posible ser feliz.


Tu mente dice: No puedes ser feliz si no tienes tal o cual cosa, o si tal persona no está contigo. No puedes ser feliz si tal persona no te ama. No puedes ser feliz si no tienes un trabajo seguro. No puedes ser feliz si no das seguridad a tu futuro. No puedes ser feliz si estás solo. No puedes ser feliz si no tienes un cuerpo a la moda. No puedes ser feliz si los otros actúan así. Y cuantos mas 'No puedes ser feliz si....'


Tu mente está programada para demostrarte constantemente (si no es por una cosa, es por otra) que no puedes ser feliz. ¡Todo esto es falso!


Tu eres feliz aquí y ahora; pero no lo sabes, porque tus falsas creencias y tu manera deformada de ver las cosas te han llenado de miedos, de preocupaciones, de ataduras, de conflictos, de culpabilidades ... Si lograras ver a través de esa maraña, comprobarías que eres feliz y no lo sabes.


No hay un solo momento en tu vida en el que no tengas cuanto necesitas para... Ser Feliz.


Todas las cosas a las que te apegas, y sin las que estás convencido que no puedes ser feliz, son simplemente tus motivos de angustias. Lo que te hace feliz no es la situación que te rodea, sino los pensamientos que hay en tu mente..


El apego es un estado emocional que tiene dos puntas, una positiva y otra negativa. La positiva es el estado de placer y la emoción que sientes cuando logras aquello a que estás apegado. La negativa es la sensación de amenaza y la tensión que lo acompañan, lo que te hace vulnerable al desorden emocional y amenaza constantemente con hacer añicos tu paz.


Observa bien: Si no se consigue el objeto del apego, origina infelicidad; y si se lo consigue solo produce un instante de placer seguido de la preocupación y el temor a perderlo. ¿Podemos ganar la batalla contra los apegos? Si, renunciando a ellos. Cambiando nuestra programación.


Haz una lista de todo lo que te tenga apegado y dile a cada una: 
"En realidad no estoy apegado a ti en absoluto. Tan solo estoy engañándome a mi mismo creyendo que sin ti no puedo ser feliz"

Y si tu apego se refiere a una persona di: "Te dejo que seas tú mismo; que tengas tus propios pensamientos, que satisfagas tus propios gustos, que sigas tus propias inclinaciones, que te comportes tal como decidas hacerlo.
Te libero con Amor y me libero con Amor"

Ahora estás en condiciones de amar a esa persona. ¿Por qué? Porque Amar, no es querer. Lo que quieres, quieres poseerlo. Cuando quieres a alguien para ti, solo le estás poniendo una cadena al cuello, y estás atándote del otro lado.


El Amor solo puede existir en libertad. Elige entre tu apego y la felicidad. Lo que necesitas no es renunciar, sino comprender, tomar conciencia. Si tus apegos te han ocasionado sufrimiento, esa es una gran ayuda para comprender, y si alguna vez experimentaste el sentimiento de libertad te será útil recordarlo. Borra en ti el ¡que feliz me haces! y el ¡esto me hace feliz!.


Sólo tu, puedes hacerte feliz y todos los momentos presentes lo son porque tu estás en ellos. Y hoy, el eterno presente, el aquí y ahora, tu serás feliz aunque hoy te acompañe esto o lo otro. Y podrás ir pasando de un momento a otro en la vida, disfrutándolo plenamente, sin llevar cargas emocionales del pasado. Y como los lirios del campo y los pájaros del cielo estarás libre de preocupaciones viviendo siempre el Eterno presente.


Anthony de Mello

domingo, 27 de mayo de 2012

Me encanta Dios


Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de manos. 

Nos ha enviado algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo-, la vida, sea para siempre. 


Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.


A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso, que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los antibióticos- ¡bacterias mutantes! 


Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble. 


Mueve una mano y hace el mar, y mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento. 


Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -se agita y crece- cuando Dios se aleja. 


Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de la luz, el manantial que soy. 


A mí me gusta, a mí me encanta Dios. Que Dios bendiga a Dios. 


Jaime Sabines (tomado de http://www.rincondelpoeta.com.ar/cuento_dios.htm)


jueves, 24 de mayo de 2012

Yo ya no soy esa persona


¿Alguna vez te sucedió que alguien te hablara como si fueras alguien que ya dejaste de ser? 

Luego de un tiempo de esfuerzo sostenido en trabajar internamente con tus rasgos más difíciles... Luego haberte muerto por dentro a lo que ya no te servía y haber renacido... Luego de asumir tus miserias y ponerles dedicación para transformarlas haciéndote cargo de ellas... Y, sin embargo, alguna persona (y quizás muy cercana!) le habla a alguien que ya no está allí en tu interior. Y quisieras decirle haciendo señas como para despertarle de un hechizo hipnótico: “Hey! Yo ya no soy esa persona!”. 


Y a veces resulta como hacerles señas a un ciego... Es doloroso ¿verdad? Genera impotencia y muy frecuentemente de poco valen tus intentos para que el otro comprenda que tu identidad ya no es esa: como dicen las Tradiciones de Sabiduría, la identidad de cada ser humano está regida como toda la realidad por una ley de impermanencia. Todo cambia. Todo se transforma. Y en nosotros está que se transforme hacia arriba o hacia abajo evolucionando o bien retrogradando... (Sí: nuestra evolución no depende de “lo que la vida nos haga” sino de nuestra actitud para aprovechar todo lo que nos suceda haciéndonos a nosotros mismos.)


La complejidad de nuestra especie provoca que nos movamos en este mundo más que en contacto con lo que es, vinculándonos en cambio con imágenes que construimos sobre lo que es. Y esto puede ser tan mecánico que uno quede imposibilitado de ver eso que verdaderamente es: le superponemos imágenes y emociones tal como lo hace un proyector de diapositivas. Volcamos en esa persona viejas imágenes que tenemos de ella. (Ni hablar de que también proyectamos asuntos irresueltos de nuestro pasado y además rasgos propios de nuestra sombra psicológica que no asumimos como nuestros!...). 


Así, en lugar de relacionarnos de verdad con un otro real, terminamos estableciendo vínculos ficticios pues... el otro está en la misma situación! Dos seres humanos intercambiando rancias imágenes, como cuando de niños hacían trueques con figuritas o estampitas... Se trata de una discapacidad vincular tan común que por ser una discapacidad invisible, la tomamos como “normal” y etiquetamos vínculos muertos como “mi amigo”,“mi marido”,“mi novia”... La mayoría de la gente se queda medianamente tranquila con esto. Pero quien ha comenzado a despertar, no. Esa mediocridad vincular le quema, día a día...


Esta circunstancia, ¿tiene solución? Sí. Pero es trabajosa. ¿Querrás intentarlo? Se trata primero de investigar en nuestra propia interioridad qué imagen uno tiene de sí mismo. Porque el fenómeno de relacionarse con imágenes no sólo se da con los demás sino también intrapsíquicamente. Es un logro fundamental en el trabajo sobre sí llegar a contactar con algo interno que no es impermanente: algo mucho más hondo que las diversas autoimágenes con que nos referimos a nosotros mismos. Esta constatación interna de que no soy esas imágenes que he creído como “yo”, disuelve las fantasmagorías que hemos fabricado sobre nuestra identidad. La guía esencial es una pregunta: “¿Quién soy realmente?” Si parto de la base de que no soy como desde mis condicionamientos imagino ser, ni soy las imágenes que otros proyectaron sobre mí y que una y otra vez he asumido como propias, esa pregunta va teniendo respuestas. Respuestas no-intelectuales sino de una calidad vivencial inequívoca. La autoobservaciónla Conciencia-Testigo de la que hablan las Tradiciones de Sabiduría es la herramienta clave.


Y sólo si puedo hacer contacto poco a poco con quien realmente soy lograré entonces hacer contacto con quien el otro realmente es. Podré ver qué imágenes proyecto en él. Podré disuadir en el otro quizás las imágenes que tenga de mí. Si ese maravilloso fenómeno vincular no se produce, los seres humanos experimentamos algo nítidamente doloroso: hambre de intimidad.
Y procuramos saciar ese hambre de múltiples formas erróneas. Millones de personas nacen, viven y mueren sin haber experimentado esa intimidad que, desde nuestra esencia, todos anhelamos. Como ves, el primer paso para acceder a ese tipo de contacto vincular, es comenzar a relacionarnos desnudamente con nosotros mismos. Puede ser doloroso. Puede ser intrincadamente trabajoso. Pero quizás sea una de las cosas más bellas que una persona pueda hacer en este mundo: estar en comunión consigo mismo y, desde allí, quizás, vivenciar la comunión con otro, más allá de las viejas imágenes. Te deseo que puedas. Pero, sobre todo, te deseo que quieras!

Virginia Gawel (publicado en Facebook por "Viajero del Alma")


miércoles, 16 de mayo de 2012

Alegría

Dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Desperté y vi que la vida no era más que servir. Serví y vi que servir era la alegría. - Rabindranath Tagore.

¿Existe algo más deseable que la alegría sin causa? 

¿Alegría sin causa? Sí, sin causa. La alegría entendida como un estado de conciencia que no depende de condiciones externas y ajenas. Un estado lúcido y chispeante que parece brotar desde el alma sin referencias mentales ni promesas vanas. Se trata de vitalidad cristalina que se expresa cálida en el latir de todas y cada una de las células. La “alegría sin causa” es una llama tan íntima y sutil que cualquier frustración o desengaño, ni la ensombrece ni la apaga. 

Mientras que tal alegría incondicionada se despliega desde muy dentro, existen otros estados de excitación que también llamamos alegría, totalmente condicionados por el rumbo de las cosas. Se trata de niveles de ánimo que, al depender de factores externos, lejos de afirmarse como estables, oscilan en la marea emocional, afectados por el vaivén de sus opuestos, la euforia y la tristeza.

La “alegría sin causa” no tiene opuesto en el péndulo porque la fuente de la que se nutre es la mano que sostiene la balanza. Cuando aflora, señala la coherencia de la vida diaria con el propósito central que da sentido a nuestra existencia. ¿Conoce usted el propósito de su vida?, ¿se formula alguna vez tal pregunta? El hecho de saber que estamos realizando el propósito por el que sentimos estar vivos, no es banal. Saberse inmerso en él, produce un nivel de alegría capaz de permanecer por encima de muchas penas y pérdidas que encogen nuestro corazón en el camino de la vida.

A veces, nuestro propósito consiste en gozar sirviendo al alivio de los demás seres y en ser útiles al desarrollo y bienestar de las personas. ¿Cómo se sintió, por ejemplo, el inventor de la penicilina al descubrir semejante bien para generaciones venideras? Tal vez, sabemos que aquello que hemos encontrado de valioso y reparador merece ser compartido y devuelto a todo ser que a nuestro lado pasa. Muchas personas, con una vida exclusivamente prosaica, tras enfrentar una no casual crisis que todo lo desmantela, despiertan a valores que los tornan sensibles a la compasión y la ayuda de los que menos esperan. Son seres que ya oyen ecos de sus almas señalando cómo servir al otro y apoyar lo que éste anhela. Se diría que tienen un sentido afinado para captar las profundidades de las personas que conectan. Seres que, desde pequeños, sienten la tendencia de servir a los seres vivos en el alivio de sus dolores, haciendo más llevaderas sus cargas muchas veces subterráneas y silenciosas. A base de expresar lo que de sus corazones brota, van descubriendo un sentido en la vida que anhela satisfacer la vocación de servicio al alivio del malestar y al cultivo de una paz hermanada.

Son personas que, aunque sus rostros no tengan arrugas, a veces, parecen muy viejas. Su sentido del dolor humano y la facilidad con que se ponen en el lugar de otras, las convierte en benefactoras anónimas en permanente servicio, algo que les supone la razón de ser de sus vidas. Se trata de los “nuevos servidores del mundo”, personas que más parecen haber caído de alguna estrella. Casi todo el mundo conoce una y también casi todos esperan de ellos la energía que desprende la lucidez de sus miradas. Si alguien les formula, ¿qué sentido tiene para ti la vida?, lejos de responder conceptos típicos como placer, fama y riqueza, contestan unánimes que servir es su alegría, servir de una y mil formas, ayudando a progresar a todos aquellos que pasan, no casualmente, por sus vidas.

José María Doria, de su libro Inteligencia del Alma

martes, 8 de mayo de 2012

¿Es real la Ilumiación?


Según algunos maestros, eso que llamamos iluminación no existe. Si con esto quieren decir que no hay ningún individuo separado que se ilumine, estoy de acuerdo. Pero no creo que sea eso lo que quieren decir. Si realmente creen que no existe, lo único que puedo afirmar es que, sencillamente, todavía no han despertado. 

Es relativamente fácil que alguien que haya oído todo lo que algunos maestros han dicho sobre la iluminación, pero no haya tenido una experiencia directa de ella, llegue a la conclusión de que no existe. Estas personas son conclusionistas. Siguen encerrados en la mente condicionada y no han visto más allá de ella, ni tampoco lo que es anterior a ella. Muchas personas, después de años de frustración buscando la iluminación, llegan a desilusionarse tanto que simplemente necesitan algo que satisfaga su falta de visión directa. La mente puede llegar a una comprensión intelectual de que la iluminación es un sueño.


Sin embargo, para quienes han tenido una visión directa, la iluminación es real. Ahora bien, cuando digo que es real, esto necesita una aclaración. Es cierto que no hay una entidad separada que despierte, pero sí hay un despertar. Se trata de una experiencia directa de lo que es real, más allá del ego ilusorio. Es la percepción más directa de lo que verdaderamente somos. Aquellas personas que han sido lo bastante afortunadas para vivir este estado de comprensión saben que ésa es la única experiencia real que han tenido.


Cuando despertamos, vemos que todo el proceso del ego-mente nos ha impedido ver aquello que siempre ha estado delante de nosotros, y que constituye nuestra identidad. Entonces todas las palabras desaparecen, el «yo» es visto en su totalidad; no es una cuestión de «Yo soy uno con la realidad», lo único que existe es...

Esto. No se puede nombrar, porque está más allá de la abstracción del lenguaje, y de conceptos como algo o nada, vivir o morir, ser o no ser, que son sólo ideas. Ninguna idea es real.

La iluminación nunca es una conclusión. Para llegar a una conclusión uno debe verla con respecto al pasado, como una serie de ideas sobre cómo funcionan las cosas y cómo se han formado.Pero la iluminación no tiene pasado. Tampoco tiene un futuro. Es lo que Es. Es el Ser de la Vida Misma. En mi caso fui tan afortunado que mi primer despertar llegó antes de que yo «supiera» algo sobre la iluminación. Nunca tuve

que cuestionar su realidad. Sólo deseaba profundizar, para comprender lo que había ocurrido. La idea de recurrir a un maestro para que me dijese dónde me encontraba rara vez surgió. Estaba claro que sólo una visión directa iba a serle útil a otros o a mí mismo.

Claro que la iluminación no tiene ninguna utilidad para el ego-mente. ¿Por qué motivo querría alguien poner fin a su existencia a sabiendas? El motivo es el sufrimiento. El motivo es la profunda necesidad de conocer la verdad. El motivo es el sentimiento de estar vacíos y huecos. La mayoría de la gente no llega a un profundo despertar. Muy pocos lo buscan siquiera, o se interesan por él. Y, desde luego, muchos ni siquiera saben que tal cosa existe. Pero incluso si uno no llega a estar profundamente iluminado, puede beneficiarse enormemente de la comprensión de lo que les ocurre a los humanos, de por qué la iluminación tiene tanto valor.


Si llegas a comprender el proceso del ego y a ver cómo funciona en ti y en todos los que te rodean, estarás mucho más cerca del despertar que si simplemente recurres a algún maestro que puede conocer, o no conocer, la verdad. Y no sólo eso, sino que además serás mucho más libre en tu vida cotidiana. Entenderás todas tus relaciones con una mayor claridad. Cuando las cosas se desmoronen, comprenderás cuál es la causa básica. Cada día se convertirá en muchas lecciones sobre lo que no es real, sobre lo que te hace 
sufrir, sobre lo que te impide ser libre y amar verdaderamente a las personas, a los animales y a toda la vida.

No te desesperes pensando que la iluminación está demasiado lejos de ti. En este preciso instante estás realmente despierto; simplemente no te das cuenta de ello. Y no permitas que quienes no han despertado te digan que no existe tal cosa. La iluminación es real; lo que no es real es el proceso del ego.


Melvyn Wartella, de su libro "Ego, Evolución e Iluminación"

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