Según algunos maestros, eso que llamamos iluminación no existe. Si con esto quieren decir que no hay ningún individuo separado que se ilumine, estoy de acuerdo. Pero no creo que sea eso lo que quieren decir. Si realmente creen que no existe, lo único que puedo afirmar es que, sencillamente, todavía no han despertado.
Es relativamente fácil que alguien que haya oído todo lo que algunos maestros han dicho sobre la iluminación, pero no haya tenido una experiencia directa de ella, llegue a la conclusión de que no existe. Estas personas son conclusionistas. Siguen encerrados en la mente condicionada y no han visto más allá de ella, ni tampoco lo que es anterior a ella. Muchas personas, después de años de frustración buscando la iluminación, llegan a desilusionarse tanto que simplemente necesitan algo que satisfaga su falta de visión directa. La mente puede llegar a una comprensión intelectual de que la iluminación es un sueño.
Sin embargo, para quienes han tenido una visión directa, la iluminación es real. Ahora bien, cuando digo que es real, esto necesita una aclaración. Es cierto que no hay una entidad separada que despierte, pero sí hay un despertar. Se trata de una experiencia directa de lo que es real, más allá del ego ilusorio. Es la percepción más directa de lo que verdaderamente somos. Aquellas personas que han sido lo bastante afortunadas para vivir este estado de comprensión saben que ésa es la única experiencia real que han tenido.
Cuando despertamos, vemos que todo el proceso del ego-mente nos ha impedido ver aquello que siempre ha estado delante de nosotros, y que constituye nuestra identidad. Entonces todas las palabras desaparecen, el «yo» es visto en su totalidad; no es una cuestión de «Yo soy uno con la realidad», lo único que existe es...
Esto. No se puede nombrar, porque está más allá de la abstracción del lenguaje, y de conceptos como algo o nada, vivir o morir, ser o no ser, que son sólo ideas. Ninguna idea es real.
La iluminación nunca es una conclusión. Para llegar a una conclusión uno debe verla con respecto al pasado, como una serie de ideas sobre cómo funcionan las cosas y cómo se han formado.Pero la iluminación no tiene pasado. Tampoco tiene un futuro. Es lo que Es. Es el Ser de la Vida Misma. En mi caso fui tan afortunado que mi primer despertar llegó antes de que yo «supiera» algo sobre la iluminación. Nunca tuve
que cuestionar su realidad. Sólo deseaba profundizar, para comprender lo que había ocurrido. La idea de recurrir a un maestro para que me dijese dónde me encontraba rara vez surgió. Estaba claro que sólo una visión directa iba a serle útil a otros o a mí mismo.
Claro que la iluminación no tiene ninguna utilidad para el ego-mente. ¿Por qué motivo querría alguien poner fin a su existencia a sabiendas? El motivo es el sufrimiento. El motivo es la profunda necesidad de conocer la verdad. El motivo es el sentimiento de estar vacíos y huecos. La mayoría de la gente no llega a un profundo despertar. Muy pocos lo buscan siquiera, o se interesan por él. Y, desde luego, muchos ni siquiera saben que tal cosa existe. Pero incluso si uno no llega a estar profundamente iluminado, puede beneficiarse enormemente de la comprensión de lo que les ocurre a los humanos, de por qué la iluminación tiene tanto valor.
Si llegas a comprender el proceso del ego y a ver cómo funciona en ti y en todos los que te rodean, estarás mucho más cerca del despertar que si simplemente recurres a algún maestro que puede conocer, o no conocer, la verdad. Y no sólo eso, sino que además serás mucho más libre en tu vida cotidiana. Entenderás todas tus relaciones con una mayor claridad. Cuando las cosas se desmoronen, comprenderás cuál es la causa básica. Cada día se convertirá en muchas lecciones sobre lo que no es real, sobre lo que te hace sufrir, sobre lo que te impide ser libre y amar verdaderamente a las personas, a los animales y a toda la vida.
No te desesperes pensando que la iluminación está demasiado lejos de ti. En este preciso instante estás realmente despierto; simplemente no te das cuenta de ello. Y no permitas que quienes no han despertado te digan que no existe tal cosa. La iluminación es real; lo que no es real es el proceso del ego.
Melvyn Wartella, de su libro "Ego, Evolución e Iluminación"
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