lunes, 6 de agosto de 2012
Terapia y Despertar
¿Ocupan la psicología o la terapia algún lugar en este proceso de despertar?
Es curioso que utilices esta palabra, "proceso", porque en ello reside la diferencia. La terapia es un proceso, algo por el que pasa el personaje soñado aquí, en el sueño. Los procesos y los crecimientos y el devenir ocurren únicamente en la dualidad; esa es la naturaleza de la dualidad. Pero despertar no es un proceso; es un salto fuera del contexto del proceso, fuera de la dualidad.
No obstante, mirándolo retrospectivamente, es posible ver que la psicoterapia puede ciertamente cumplir el propósito de estabilizar el sentido del yo a tal grado que resulta entonces posible desprenderse de él de forma segura. Un ego muy inseguro y a la defensiva, dotado de muy poca autoestima o lleno de miedo y ansiedad, más bien se sentirá herido u ofendido si se le dice que no existe en realidad, que no es más que una "fantasía", una idea errónea que es necesario destruir. Ironicamente, es preciso tener un ego bastante fuerte para ser capaz de escuchar este mensaje y poder abrigar esa idea.
Pero revolcarse una y otra vez en las brasas emocionales de los eventos pasados mediante la terapia puede llegar a ser un doloroso calvario, y pasado un cierto punto puede resultar totalmente contraproducente si te lo tomas demasiado en serio. Desde la perspectiva actual, resulta claro lo fútil que es tratar de "descubrir" quien es uno: es como intentar atrapar el viento. El yo individual que la psicoterapia pretende ayudar es, de hecho, una ilusión, y ese es todo el problema. La percepción crucial es ver quién o qué no es uno, y es improbable que la psicoterapia te lleve hasta allí.
Pero tanto antes del despertar como después de él, el organismo cuerpo/mente funciona tal como está programado y condicionado; así que siempre resulta valioso saber dónde tiene uno los puntos ciegos. El mero hecho de saber cuáles son y dónde están, sin necesidad de intentar "arreglarlos", puede ser extremadamente útil; pero más allá de eso, no tiene mucho sentido trabajar con el ego (o por lo que a esto respecta, trabajar en la disminución del ego), puesto que se trata solamente de un holograma o una ilusión que no existe realmente por sus propios méritos.
A lo largo de toda la enseñanza de Ramana Maharshi se alude de continuo a que el ego, debido a que no tiene existencia real por sí mismo, desaparece o se desvanece tan pronto se le situa bajo la luz del cuestionamiento. Cuando se desvanece la falsedad que es el ego, lo que queda es la Verdad. Es así de sencillo. Eso es lo que es despertar.
"La realidad es simplemente la pérdida del ego".
David Carse (de su libro Perfecta Brillante Quietud")
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