No hay truco para vivir en el momento presente. No tiene que ser un asunto largo, demarcado. Ni siquiera necesitamos etiquetarlo como un “viaje espiritual”. De hecho, el término viaje espiritual es una contradicción ridícula. No se requiere de un “viaje” para alcanzar el momento presente, y el momento presente es lo único verdaderamente espiritual o real que existe.
Puede accederse a él inmediatamente. No tienes que tomar un curso para aprender cómo hacerlo. No necesitas que un gurú te lleve allí. No necesitas cantar, o recitar el “om”, o volverte vegetariano para experimentarlo. No tienes que rasurar tu cabeza, quemar incienso, llevar cristales, o vivir una vida de renunciación para llegar allí.
Y aunque no hay nada malo en hacer estas cosas, si las estás hacienda porque piensas que te harán “más espiritual” – piensa otra vez. No será así.
El momento presente solamente es. Y es para todos si estamos dispuestos a simplemente NOTARLO.
En resumen, todos simplemente queremos ser felices, sentirnos satisfechos, y sentirnos amados. Nos ponemos en increíbles y frecuentemente dolorosos giros en un intento por conseguir este honesto anhelo en nuestros corazones, cuando todo lo que necesitamos hacer es simplemente sentir ese anhelo y dejar que nos lleve al hogar.
Hogar para el Alma…
Hogar para el momento presente…
Hogar para la Belleza de Ser…
Esto es vivir el momento presente, y es el único lugar en donde seremos capaces de cumplir nuestro deseo de genuina felicidad, alegría, y amor, porque el único lugar en el que existen es en el interior, y cuando estamos viviendo desde allí, estamos viviendo el momento presente.
Es verdad que frecuentemente nos toma a muchos de nosotros toda una vida entera de viajes y caídas para llegar a darnos cuenta de esto, pero eso no convierte nuestra vida en un “viaje espiritual”. Una descripción más honesta sería “¡el berrinche del sordo, ciego y testarudo ego!”
El Espíritu está justo allí todo el tiempo. La puerta hacia el deseo de nuestros corazones siempre está allí, Y siempre está abierta. Es la astuta, fuerte y manipuladora voz de nuestro ego la que seguimos escuchando, la cual también, desafortunadamente, sucede que es todavía la voz dominante de nuestra conciencia masiva, aunque está cambiando rápidamente ahora. No es difícil ver cómo hemos sido llevados tan fácilmente a descarriarnos de nuestra fuente… nuestra alma.
Convertirse en real, en natural y auténtico, requiere de la comprensión y la experiencia de quienes somos realmente, y lo que somos realmente es Espíritu.
En mi propia vida, frecuentemente se ha sentido como vivir esta verdad en un mundo aún profundamente enredado en la mente del ego, ha sido como intentar voltear el Titanic. Ha sido como tratar de nadar contra corriente. Pero de lo que he llegado a darme cuenta es las aparentes penurias, cansancio, e increíble resistencia que parecieran requerirse para alcanzar la Belleza de Ser han sido simplemente la resistencia mental de mi ego a caminar a través de esa puerta abierta que el Espíritu me ha mantenido abierta desde siempre. Siempre tuve acceso inmediato. Nunca se requirió un largo y difícil viaje.
Mi mente del ego se había resistido, porque si caminaba a través de esa puerta, entonces mi ego y mi alma se unirían, se volverían Uno, y mi mente del ego odia absolutamente el hecho de dejar de ser especial, singular, jefe y superior. Patearía, gritaría, pelearía, incluso crearía enfermedades o accidentes para seguir en su conocido y familiar, y tan aburrido mundo centrado en el drama.
De lo que no se da cuenta es de que una vez que cruza ese umbral hacia el desconocido y misterioso mundo del Espíritu, finalmente se siente en casa. Finalmente se siente unido. Puede finalmente dejar ir, confiar y relajarse. Puede finalmente sentirse humilde en lugar de especial. Puede finalmente sentirse pleno, porque el mundo del Espíritu es pleno, es infinito, es creación, es todo. Es puro Ser, y es hermoso.
Cuando tomamos una elección de rendirnos y dejar ir, cuando decidimos dejar que La Voluntad Del Espíritu Se Hará, cuando finalmente hayamos tenido suficiente de la vida de la manera difícil y piramos al Espíritu que nos ayude, se vuelve aparente y obviamente claro cómo, como niños consentidos y berrinchudos, nos hemos negado a escuchar el consejo de nuestros padres y de repente nos hemos dado cuenta de cuándo hemos sufrido a causa de eso. Después simplemente se vuelve una graciosa broma cósmica, que si verdaderamente dejamos ir y nos rendimos, somos capaces de reír, y reír, y reír hasta llorar de la ridícula y absurda manera en la que hemos justificadamente mantenido nuestras inmaduras convicciones e ilusiones de Mi Voluntad Se Hará. Como si así fuera.
Si. Es la mayor broma jamás hecha. ¡No olvides reírte de ti mismo camino a casa! Eso es otra cosa en cuanto a vivir en el momento presente… nada es nunca tan serio.
Por Por Heather Fraser, email: engoddess@porchlight.ca
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