miércoles, 13 de abril de 2011

¿Me amo y me acepto tal como soy?

Sólo hay una necesidad: esa necesidad es amar. Cuando alguien descubre eso, ¡es transformado!
 - Anthony de Mello -

Creo que todos, en nuestro camino de crecimiento, nos hemos topado por lo menos una vez con la frase “me amo y me acepto tal como soy” y seguramente hemos escuchado que todo comienza con el amor por uno mismo. Este amarse a uno mismo puede incluir por supuesto, hacerte un regalo, darte unas vacaciones, quedarte hasta más tarde en la cama, tomarte un día libre y disminuir la cantidad o intensidad de las exigencias para con tu persona.

Sin embargo, hay un nivel más profundo de amarse a sí mismo y tiene que ver con reconocer, aceptar y amar todas esas partes que no te gustan de ti o que consideras inapropiadas o que no se ajustan a lo que la sociedad o los demás esperan de ti. Tiene mucho que ver con la imagen que quieres proyectar porque te han dicho que es la apropiada versus lo que en realidad consideras que eres y los juicios que te haces al respecto. Tiene que ver con tus diálogos interiores, con la manera en la que te tratas y enjuicias y, por supuesto, es una dinámica que ocurre dentro de ti y que la mayoría de las veces ni siquiera detectas.

El verdadero amor por tí mismo, el que obrará milagros en tu vida, que te sanará y te mostrará quien en realidad eres, es un amor incondicional. Es decir, no es que te amas porque lograste algo o te comportaste de una manera en particular o porque tienes ciertos atributos de personalidad que consideras importantes y que otros alaban. Te amas porque te amas, con todo lo que aparentemente eres, haces y logras y con todo lo que aparentemente no eres, ni haces, ni logras. Es un amor por ti, por estar vivo, por simplemente ser.

Todos alguna vez nos quejamos de que nuestros padres nos educaron de cierta manera y sentimos que nos daban su cariño y aprobación si lográbamos algo o si nos comportábamos de cierta manera. La pregunta sería ¿lo estamos haciendo nosotros de una manera diferente, nos amamos incondicionalmente?

Lo paradójico es que cuando realmente te comienzas a aceptar y amar sin condiciones, tal como eres, vas a sentir más paz, alegría y muchas de las situaciones por las que te juzgabas y que no te permitían amarte totalmente, comienzan a transformarse fácilmente y sin esfuerzo.

Revisa tus diálogos interiores y la actitud contigo mismo. Por ejemplo:

- Constantemente sientes que si no hubieras hecho o dejado de hacer “algo” en el pasado estarías mejor y te reprochas por eso
- Estás en “guerra” con algún hábito como fumar, dormir o comer demasiado, postergar, ser impuntual, etc. y sientes que esos hábitos son un “tu” defecto
- Estás en conflicto con tu apariencia física, muy alto, bajo, gordo, flaco, bello, no bello
- Te reprochas porque no eres paciente, amoroso, buen niño, pacífico, sincero, tolerante y cualquier otro atributo que consideras apropiado y te gustaría tener
- Estás en conflicto con normas sociales que indican que ya deberías haberte casado o que ya tendrías que tener cierta libertad financiera o cualquier otra convención o norma que no has logrado

La lista podría ser inmensa, pero en general se resume en algo: no aceptas lo que simplemente eres, lo que es, lo que está aquí y ahora en tu vida. Te estás peleando con lo que es. Quieres que algo sea diferente para que entonces el amor fluya y de esa manera le pones condiciones a tu amor.

Puedes pensar, pero si acepto y amo mi compulsión por la comida y amo mi cuerpo tal como es ahora, ¡nunca lograré bajar de peso! Sin embargo, es desde la aceptación y la paz con lo que es, que la verdadera transformación se produce. Cuando el amor fluye sin condiciones y estás en paz con lo que simplemente eres, desde ese espacio de amor, surgirá lo que sea necesario para el siguiente instante de tu presente.

No hay nada malo en ti, no eres defectuoso, comienza a aceptarte y amarte tal como eres, justo aquí, justo ahora y me cuentas lo que sucede en el siguiente instante presente.

Verónica Hernández Simeonoff
© Todos los derechos reservados, Abril del 2011

5 comentarios:

  1. Hola, me parece genial lo que dices, pero mi problema es que soy superdotada y muy racional, y desde un punto de vista objetivo, no tiene verdadera consistencia que uno se ame como sea. Sé que es la manera adecuada de actuar, porque lleva a una existencia feliz. Pero el hecho de que no esté basado en un fundamento lógico, hace que no sea capaz de creérmelo.

    Lo mismo me ocurre con la religión: me encantaría creer en alguna, pero tienen cosas tan fantasiosas y fuera de toda lógica, que me es imposible. Intenté creer en el budismo, pero me cuesta demasiado no pedirle nada a la vida.

    A veces, me encantaría que me resetearan y comenzar mi vida de nuevo. Pero es imposible. Fíjate si me parece mal mi forma de pensar lógica, que estaba a punto de borrar todo lo que había escrito en este comentario.

    De todas maneras, lucharé contra mi impulso lógico. Ojalá lo ilógico inundara mi vida :D lo intentaré. Mientras, seguiré leyendo joyas como tus palabras :)

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    Respuestas
    1. Después del tiempo pasado, no creo que leas esto como tampoco sé si yo te leería si me contestaras :).
      Pero la cosa es que no debes luchar contra nada. La vida es la que te llama, y tú eres esa misma vida. Lo que hagas o pienses en cada momento, es tal como debe ser. No puede ser de otra manera.
      Si eres extremadamente lógica, no hay nada malo en ello, contra nada tienes que luchar. Solo tal vez, no identificarte con emociones o pensamientos..., que todo lo que venga a ti, fluya sin que tú lo resistas.
      Conceptos como "bueno" y "malo" son etiquetas que ponemos, no realidades en sí. La Realidad, solamente eres tú.
      :)

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Platica mas Sobre Esto Porfavor
    Son Buenos Tus Consejos
    -Tengo 17 años Y Me Gusta Como Hablas Sobre El Tema

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