jueves, 22 de noviembre de 2012

Despertar a la Compasión


"No me interesa aquello que has dejado ir, sino aquello a lo que sigues apegado" - Nisargadatta Maharaj

En verdad resueno con esta cita de Nisargadatta, ya que lo que me interesa hoy en día no es el "evento" o la historia de tu despertar - independientemente de lo bella y válida que ésta sea - sino cómo es que ese reconocimiento de lo que tú eres está permeando tu vida, qué tanto sufrimiento y búsqueda se está extinguiendo, incluso desde sus formas más sutiles; y cómo se están transformando tus relaciones a través del reconocimiento de tu esencia compartida con aquellos que te rodean.


Si, podrías ya sentirte despojado del “yo” y si, podrías ya reconocer que no hay otros y que no hay elección, como dicen todos esos clichés no-dualistas. ¡Pero en este momento, esas son simplemente palabras! Dime, ¿cómo fluye todo ese conocimiento dentro de tus relaciones íntimas, con tu pareja, tu madre, tu padre, tus seres queridos, tus alumnos, tus amigos y tus conocidos en Facebook o en tu lugar de trabajo?


Cuando alguien - un amigo, alumno, padre, socio, alguien en Facebook - no está de acuerdo con lo que dices, ¿sales corriendo a defender una postura conceptual o una cierta imagen de ti mismo? o ¿te mantienes abierto, escuchando profundamente desde una posición de no resistencia y sin juicios? o ¿te sientes herido y te apresuras a lastimar a alguien más? ¿Te identificas temporalmente como "el lastimado" y te sientes atacado, y te precipitas para defenderte olvidando que lo que tú eres nunca es una imagen, nunca es una "persona" sólida que no necesita ser defendida para nada? ¿Recuerdas que lo que tú eres es ese vasto océano, siempre en un profundo descanso, siempre permitiendo el surgimiento de cualquier pensamiento o sentimiento?


¿O es que vuelves a caer en un cliché espiritual, escupiendo palabras como "no hay un yo" o "la elección es sólo ilusión" o "todo es perfecto", sufriendo secretamente y ardiendo de dolor y enojo pero reacio a ver las cosas de una manera más fresca? ¿Has elaborado tus conclusiones, o estás dispuesto a desecharlas y mirar de nuevo, a través de este momento?


¿Realmente crees que tú sabes y ellos no? o ¿estás dispuesto a tirar todas esas historias acerca de ti mismo, incluyendo la historia de que ya eres un "experto" que ha despertado, y realmente encontrarte con este momento fresco como un amigo al que abrazas y no un enemigo que debes rechazar? ¿Estás dispuesto a encontrarte profundamente con aquel que está frente a ti y, por un momento, no tratar de arreglarlo o componerlo o sanarlo o tratar de "tener la razón", o escupir clichés espirituales, o tratar de ganar algún argumento inútil, tratando de probar tu identidad y tu superioridad espiritual? ¿Puedes recordar ese silencio profundo que te compone?


Sí, eres conciencia y sí, ese reconocimiento genera claridad. Pero ¿recuerdas también que, como conciencia, Yo Soy lo que tú Eres? ¿Que no hay nada qué defender? ¿Que sólo nos encontramos con nosotros mismos? ¿Que el reconocimiento mutuo es compasión? No puede haber un verdadero despertar sin el reconocimiento de esta compasión. Porque si "YO SOY ESO", entonces "TÚ ERES ESO" también y ya estamos relacionados completamente en el nivel más profundo, incluso antes de que empezáramos a hablar.


Podemos creer que "no hay un yo" todos lo deseamos, pero la prueba se encuentra en este vivir, esta compasión viva y vibrante en donde se ve realmente que la imagen del "yo" y la imagen del "tú" jamás podría separarnos.


La vida siempre, siempre nos está susurrando, "¿Qué tan profundo podemos compartir?"


Jeff Foster, de la página en Facebook "Jeff Foster en Español", 
Traducido por Tarsila Murguia

jueves, 8 de noviembre de 2012

La Iluminación - Ser Espacio


Nada se interpone en nuestro camino, pero la mayoría de nosotros tendemos a abrirnos en forma gradual, por etapas. Tendemos a ascender en ciclos de emoción: después de cada estallido eufórico de comprensión, podemos tropezar con un tipo nuevo  y diferente de negatividad, que es lo que ahora debemos aprender a amar.

Pero mientras más te elevas, más fácil resulta seguir.

La experiencia de conciencia total, de ser espacio, no significa el estar consciente en ese momento de cada detalle del universo, de toda posible relación entre entidades  limitadas y apartadas. Ser espacio es una disposición a estar totalmente consciente de todo lo concebible. Significa que no presentamos resistencia, que no negamos ningún concepto o relación.

Así, por tanto, para lograr la iluminación no necesitamos reunir ningún conjunto específico de ideas o experiencias, virtudes o sufrimientos. Todo lo que existe puede ser experimentado con una conciencia totalmente expandida.

Independientemente de la forma en que hayas limitado tu percepción, tu darte cuenta, eres un ser libre que se autodetermina. Ningún otro ser vivo, ni agrupación de seres vivos, puede controlar tu nivel de vibración. De modo que no hay nada en el universo - especialmente en su aspecto físico - que pueda oponerse a tu libre arbitrio. Eso significa que el mundo físico no tiene absolutamente ningún poder sobre ti; no te tienta, no te pervierte, no te corrompe, no se interpone en el camino de tu iluminación, no te hace absolutamente nada.

Tú eres el único causante de tu nivel de existencia.
Tu condición interna nunca se halla programada.

La experiencia de ser forzado o controlado, en contra de tu voluntad, puede presentarse sólo cuando te densificas, cuando contraes tu capacidad de darte cuenta.

Nuestra realidad, en cualquier nivel, está formada por aquellos seres conscientes y únicos que percibimos como vivos, y el proceso de la iluminación es la expansión de nuestra comprensión a otros seres, hasta que experimentamos todas las cosas como una interacción viva.

Mientras más rehuyamos el amar a otros seres, más tendremos que enfrentarnos al mundo físico, más nos obsesionamos con la masa. Por otra parte, mientras más nos abrimos a nuestros hermanos y hermanas, menos sólido se nos presenta el mundo.

La iluminación es cualquier experiencia de expandir nuestra conciencia más allá de sus actuales límites.

Thaddeus Golas Manual de su libro "Iluminación para Holgazanes"

jueves, 1 de noviembre de 2012

Sentir el Cuerpo Interior


Aunque la identificación con el cuerpo es una de las formas básicas del ego, por fortuna es también lo más fácil de superar. Esto no lo lograrás intentando convencerte de que no eres tu cuerpo, sino desviando la atención de la forma externa del cuerpo y de los pensamientos acerca de tu cuerpo - bello, feo, fuerte, débil, demasiado gordo, demasiado delgado, a la sensación de vida que hay en su interior. Sea cual sea la pariencia de tu cuerpo en el nivel exterior, por debajo de la forma externa hay un campo de energía intensamente vivo.

Si no estás familiarizado con la conciencia del " cuerpo interior ", cierra 
los ojos un momento y averigua si hay vida dentro de tus manos. No preguntes a tu mente, porque te dirá " yo no siento nada ". Probablemente, también dirá "Dame algo más interesante en que pensar ". Asi que, en lugar de preguntarle a la mente, ve directamente a las manos. Con esto me refiero a hacerte consciente de la sutil sensación de vida que hay dentro de ellas.

Está ahí, solo tienes que llegar ahí con tu atención para notarlo. Puede que 
al principio sientas una ligera sensación de picor, y después una sensación de energía o de vida. Si mantienes la atención en las manos durante un rato, la sensación de vida se intensificará. Algunas personas ni siquiera tienen que cerrar los ojos. Son capaces de sentir " sus manos interiores " al mismo tiempo que leen esto. Pasa después a los pies, mantén la atención en ellos durante un minuto, y empieza a sentir las manos y los pies al mismo tiempo.

A continuación, incorpora otras partes del cuerpo- piernas, brazos, abdomen, 
pecho...A esta sensación, hasta que seas consciente del cuerpo interior como una sensación global de la vida. Lo que yo llamo "el cuerpo interior" no es en realidad el cuerpo, sino la energía vital, el puente entre la forma y la no forma. Adopta la costumbre de sentir el cuerpo interior tan frecuentemente como puedas. Al cabo de un tiempo, ya no necesitarás cerrar los ojos para sentirlo. Cuando estás en contacto con el cuerpo interior, ya no te identificas con tu cuerpo ni te identificas con tu mente. Ya no estás identificado con la forma, sino apartándote de la identificación con la forma para acercarte a la no forma, pero también podríamos llamar El Ser. 

Esta es tu identidad esencial. La conciencia del cuerpo interior no solo te 
ancla en el momento presente; es también una puerta para salir de la prisión
que es el ego. Y también refuerza el sistema inmunitario y la capacidad de autocuración del cuerpo.

Eckhart Tolle
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...